FOOD

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A nadie le gusta esperar; pero si la espera incluye una canasta con pancitos caseros, ese momento tedioso puede ser más bien dulce. Cuando era más chica, cada domingo salíamos a comer en familia, y mi papá me repetía cada vez, que no me llenara con pan, que después venía la comida y no iba a tener hambre. Hoy no me lo repite más; un poco porque se dio cuenta de que después del pan sigo con hambre, pero también porque empezó a ver que ni él (que es muy poco tentado) puede resistirse a estirar el brazo cuando llega a la mesa una focaccia con romero cortada en tiritas, o un pan negro con siete semillas y queso blanco con ciboulette.

Hasta hace un tiempo los chefs nos conformaban con flautitas y grisines comprados, ahora el pan lo elaboran ellos mismos con el cuidado y recelo con el que hacen cualquier otro producto de la carta. Yo creo que hay lugares en los que la panera es razón suficiente para ir a comer allí. Nada compite con el olor del pan recién horneado que llega a la mesa. Abrir un bollito y ver salir el humo que emana aroma a levadura, untar manteca y ver como se derrite… Una buena panera puede hacerte olvidar al mozo que tarda en traer el menú y hasta opacar a las entradas. Es tan importante como un buen principal, y queda como un recuerdo que no se disipa y obligándote a que vuelvas por más.

Le preguntamos a la comunidad de Oleo en Facebook cuál era la mejor panera de Buenos Aires y hablamos con los chefs y dueños para que nos contaran cuál es su secreto. 
A continuación los veredictos:

Freud & Fahler: En una breve conversación con Pol Likan, chef y dueño de Freud & Fahler, me contó sobre su panera, el arte del pan, y el secreto que los lleva a estar entre las mejores paneras de Buenos Aires. La de Freud & Fahler incluye brioche, pan de centeno con pasas y nueces, pan de manteca y pan de campo. Viene acompañada de manteca o un dip que va variando según la temporada. Pensar en un pedazo de brioche con hummus bien cremoso me hizo agua la boca. Pablo dice que entre los comensales, el que más gusta es el de pasas y nueces. El restaurante elabora todo in-situ; arrancan tempranito cada mañana para que los productos lleguen frescos a la mesa y salga a la venta en la panadería/pastelería. Parten de una masa madre cuya receta fue perfeccionándose a lo largo de 15 años de trabajo. Las recetas son todas del chef, y si vas a comer y se las pedís, quizás te las comparte. ¿Su secreto? Materia prima de calidad y trabajar con buenas recetas. Dice que es también primordial la dedicación, el tiempo y el cuidado para que todo salga bien.

La Parolaccia Trattoria: es un restaurante de cocina italiana con sucursales en varios puntos de la ciudad. Te atienden muy bien, el lugar es cómodo y el ambiente relajado, la comida muy buena, pero la panera, es excepcional. Javier Raffaelli nos contó que La Parolaccia fue uno de los primeros en poner dedicación a este enemigo de la dieta. Sus tejas de parmesano son adictivas, los grisines crocantes y sabrosos, los espirales de manteca riquísimos y la mayonesa de wasabi ha ganado muchísimos adeptos. En La Parolaccia, el paladar está entretenido mientras espera que lleguen las pastas.

Astrid & Gastón: es un restaurante de comida peruana ubicado en Palermo. Cuando abrió, se hizo lugar rápidamente entre los otros restaurantes peruanos de la ciudad y se separó del resto por su propuesta única a la hora del pan. La panera de Astrid & Gastón es variada y abundante; incluye productos inspirados en la cocina incaica para acompañar bien al resto de su oferta. Luis Ramirez es el panadero de Astrid & Gastón, que salió de la cocina específicamente para atenderme el teléfono. Fue amable y generoso con su tiempo. Me contó que los panes los hacen con productos peruanos y que el proceso es fácil; “solo se necesita amasar bien y aplicar bien las técnicas de panadería” (seguro a él le parece fácil porque tiene la masa atada). La panera incluye pan de rocoto y guacatay (su versión del pan de campo), pan de papa (a base de puré y una bebida llamada chica de jora), pan de chocolate (que se hace con cacao y no es dulce) y pan de tomate (con puré de tomate y orégano, cuyo gusto se parece un poco al de la pizza). Uno de los más populares en su repertorio fue (ya no lo están sirviendo) el pan de chicha morada con nueces y pasas (que salía de tonos violáceos por la esencia del maíz morado). También han hecho pan de maíz y de quinoa. La producción se hace de manera artesanal cada día, a partir de una masa madre que está guardada desde hace meses y cuya fermentación le da un sabor característico a sus panes. Sacan alrededor de 120 de cada variedad cada jornada. ¿Su secreto mejor guardado? Respetar la técnica y usar productos que pertenecen a Perú.

Chila: La panera de Chila es seguramente la más famosa entre las nombradas. Este restaurante de puerto madero con privilegiada vista al río abrió en 2006 con una propuesta puesta hasta en el último detalle. El ambiente y la carta son exclusivos, así también lo es su panera. Horacio estaba muy contento por el reconocimiento y nos contó como está compuesto el elenco de la panera de Chila. El pan de Malbec, el de mostaza, y el de nuez con queso azul son las estrellas, pero no faltan a la mesa los clásicos como la focaccia, el pan integral y los baguetines. Se sirve con manteca, pimienta y sal marina en escamas, una combinación que marida perfecto con los sabores de todos los pancitos que elaboran diariamente en su cocina.

Crizia: Es cocina de autor, mediterránea y porteña según la temporada. La carta va cambiando a lo largo del tiempo según la visión y antojo de su chef. “Nuestra panera está formada por diferentes variedades de panes, las cuales considero acompañan un poco el estilo de mi carta”, nos contó Gabriel Oggero cuando le preguntamos cuál era el secreto de sus panes. Los nombres artísticos acompañan la intención lúdica del menú. Nos encontramos con carta de música (pan plano tipo galleta con parmesano), grisines de hinojo (argos y finos con flor de hinojo fresco), baguette clásica, pan de salvado estilo vienés, focaccia tana (al romero & sal marina) y Leicaj (pan negro de especias con miel y canela).

Captain Cook (San Fernando): Marta Ramirez, dueña de Captain Cook, me atiende recién llegada de un viaje por España. Se la escucha contenta y con ganas de compartir sus secretos. Me dice que el pan es una parte fundamental de la comida para los Argentinos, y que por eso hay que darle tanta importancia a esto que en muchos lados es un simple complemento que se pone junto al salero.
En Captain Cook cada jornada arranca a las 16hrs con dos o tres integrantes de la cocina empezando a trabajar las masas cuyas recetas fue consiguiendo Marta de varios libros de panes. Terminan de salir del horno a las 20hs, y a las 20.30hs comienza el primer servicio, asegurándose de que llegue todo calentito a la mesa.

La panera tiene una gran variedad de panes artesanales que va rotando su composición frecuentemente. Parte del atractivo es no saber bien con qué vas a encontrarte cuando llega a la mesa. Siempre hay panes negros y las famosas galletitas de queso que tanto gustan a los comensales; se suman el pan de leche, el pan con puré de papa, pan de grasa y tostadas de pan francés saborizadas. Hace tiempo había cremonitas, y cada tanto aparecen variedades intrigantes, como el pan de sal de origen Filipino. Cuando la consigue, el pan de sal lleva una hierba llamada malungai, que es muy buena para la digestión. Marta nos confiesa que agrega unos mignoncitos de pan francés que compra hechos porque algunos comensales no son muy atrevidos a la hora del pan. Los pancitos vienen acompañados de un paté casero de hígado de pollo. ¿El secreto de su panera? La variedad y el uso de productos 100% naturales.

Rosa Negra: El restaurante de cocina internacional ha sido mencionado en innumerables guías turísticas como un lugar para ir a darse un gusto. En lo que respecta a su panera, la abundancia y la variedad son factores importantes de su popularidad (nada más aburrido que una panera toda de pan francés). Grisines, panes salados, pequeñas cremonas y unas medialunas en miniatura junto a una crema untable para el vicio, dejan al comensal con miedo de no llegar al postre.

Otras paneras destacadas fueron: Vicente LópezSottovoceOlsenArtemisiaTierradentroCampo Dei FioriTegui,MalvónLa DoritaCabaña las LilasGardiner y Estilo Campo. Fernando Noya de Vicente López, me dijo que una de las cosas más importantes para alcanzar el éxito de sus paneras fue el trabajo y la dedicación diaria, que en su caso empezó hace más de 100 años cuando todavía eran una panadería-confitería.
El omelette es un plato fácil y rico que se puede preparar con ingredientes que seguro tenés en tu cocina: queso, huevos, pimienta y sal. Para darle un toque especial, te proponemos una receta alternativa: 

Ingredientes: 2 huevos, 60 gramos de queso cremoso o similar, media taza de champiñones, media cebolla picada.

Preparación: Saltear la cebolla y luego los champiñones con un poco de aceite de oliva. Batir los huevos con una pizca de sal y pimienta. Calentar una sartén mediana (preferentemente antihaderente) con un poco de aceite y cuando levante temperatura volcar los huevos batidos, mezclar un poco y mover la sartén para esparcir sobre todo el fondo. Dejar 1 o 2 minutos hasta que veamos que se va cocinando la parte del huevo que esta tocando la sartén. Agregar la cebolla, los champignones y el queso en pedacitos. Doblar el omelette hacia el lado del relleno. Apretar un poquito con la espátula para darle forma. Dar vuelta el omelette para el otro lado para que la coloración quede pareja.
El hummus es un dip o salsa a base de garbanzos típico del Medio Oriente. Es fácil de preparar y queda como complemento perfecto para una picada, como entrada o para comer con palitos, tostadas o bastoncitos de zanahoria a la tarde. Rinde para cuatro porciones:

Ingredientes: 400 gramos de garbanzos de lata, 60 ml del líquido de los garbanzos, 2 cucharadas de pasta de sésamo (tahine, se consigue en el barrio chino y en algunos supermercados grandes), 4 cucharadas de jugo de limón, 2 dientes de ajo picados bien chiquitos, 2 o 3 cucharadas de aceite de oliva, 1 cucharadita de sal, 1 cucharadita de pimienta, 1 cucharadita de pimentón dulce (para espolvorear antes de servir).

Preparación: Colocar todos los ingredientes en una procesadora hasta que queden bien unidos. Corregir los condimentos agregando un poquito más de limón o aceite de oliva, y una pizca más de sal o pimienta a gusto. 

La semana pasada Michelle me pidió algo muy especifico. Quería una receta de muffins de chocolate, con chips de chocolate. Se acerca el cumpleaños de su hermano y como se ofreció a llevar el postre, pensó que los muffins eran prácticos a la hora de servir y que todos tengan su porción. Asi es que decidí agregar estos muffins al repertorio de recetas de Cookie Sundays y poder compartir también con ustedes la receta. Son muy fáciles de hacer; mi unico consejo es que inviten amigos cuando los hagan, de otro modo van a terminar empachados después de comer demasiado. Que los disfruten! 

Receta
(Rinde 12 muffins)
Ingredientes:

-115 gr de manteca 
-75 gr de chocolate semi amargo picado
-200 gr de azucar 
-1 huevo batido 
-1 taza de leche 
-2 cdas de esencia de vainilla
-275 grs de harina 
-1 cda de polvo de hornear 
-50 grs de chocolate amargo picado 

Preparacion:
-Precalentar el horno a 190 C
-Derretir la manteca y el chocolate semi-amargo en una cacerolita
-Dejar enfriar unos minutos y agregar el huevo, azucar, leche y vainilla
-Incorporar el resto de los ingredientes salgo el chocolate amargo picado, no mezclar demasiado
-Colocar la mezcla en moldes para muffins (rellenar 2/3 de los moldes para permitir que crezcan)
-Agregar el chocolate picado por encima
-Cocinar durante 18-22 minutos o hasta que puedas atravesar un palillo y que salga limpio. 
-Dejar enfriar unos minutos antes de comer 
  
 


Estoy de suerte. Mi destino me lleva a viajar y no solo con las palabras. Me voy por trabajo a Cannes una semana (si, les dije que estoy de suerte), y aprovecho para tomarme unas merecidas vacaciones por el viejo continente.          
Me espera una dieta mediterránea con todos los lujos. Vino, quesos, foie gras mariscos. 
Cómo me preparo? Miro libros de cocina francesa, italiana y española, identifico los pueblitos altamente gastronomicos y empiezo a saborear en mi cabeza la baguette tres fromage que voy a comer mientras camino por la Promenades des Anglais en Niza.


Aquí, algunos deseos culinarios para el sur de Francia:
-Pan Bagnat en Niza (un sandiwch con vegetales de la huerta grillados y rociados con aceite de olvida. Un pan de corteza crocante y miga bien aireada). Pide un rosado para acompañar.
-Un plato caliente de Bouilliabaisse (una sopa de pescado y mariscos que solian comer los pescadores) sentada en un restaurant de Marsella, donde se cocino por primera vez. Un mar azul profundo al atardecer y perdiendome en ese delicioso liquido acompañado de un pan bien crocante.
-Comer Papalines (un tipido dulce del sur de Francia)  caminando por la ciudad medieval de Avignon, cuya especialidad gastronómica son los dulces y chocolates.
-Magret de Pato confitado, mirando el Pont Neuf sur la Garonne en Toulouse. El confitado es una técnica clasica de la cocina francesa. El confit de pato suele servirse con manzanas caramelizadas, papas crocantes y ensalada verde. Una copa de vino y mi tarde estará hecha.
-Cassoulet en Carcassone: es un guiso típico del sur de Francia a base de porotos (habas) blancos, salsa de tomate y carne de cero y salchichas.
-Huevos revueltos con Piperade. La piperade es un acompañante de origen vasco que se sirve generalmente con carnes, huevos y pescado. El nombre procede de piperra, una palabra que significa pimiento.
-Coq au vin:  seria raro pensar en comida francesa y que no surga la soup D’ognion o el Boeuf Bourguignon. Lo mismo ocurre con el Coq au Vin, que es uno de los platos mas reconocidos internacionalmente de la cocina clasica francesa. El Coq au vin consiste en pollo cocido durante un tiempo prolongado en una salsa de vino tinto y cebollas.

A veces me pregunto qué es lo que hace a un restaurant popular. A la hora de elegir dónde vamos a comer, hay tantas opciones como las hay personas y criterios para refinar la búsqueda. A veces queremos algo cerca, otras veces estamos tentados de un tipo de comida en particular. Elegimos entre uno y otro por el nombre, el precio, los comentarios de la gente. De vez en cuando queremos saber qué lugares están a la moda y por qué. ¿Cómo sucede qué algunos lugares son más visitados que otros y cuál es el secreto para que un restaurante sea recomendado? El ambiente, la atención, la calidad de la comida y la ubicación son algunos factores importantes. Para los curiosos y lo no tanto, le comparto los 5 restaurantes más consultados en Guía Oleo, y por qué se destaca cada uno de ellos.

Café San Juan: Es un restaurante de cocina porteña ubicado en San Telmo. Su ficha en Guía Oleo tiene 373 comentarios al día de la fecha y lidera la lista de los más visitados. Es uno de esos restaurantes que suele estar nombrado entre las guías turísticas de Buenos Aires. El local está dirigido por “Lele” (Leandro Cristóbal) con la colaboración de sus padres y un equipo de camareros. Mucha gente va atraída por el reality de Café San Juan que se transmite en Fox Life, en el que el chef y dueño muestra su vida cotidiana y los avatares de la cocina, mientras comparte algunas de sus recetas. El salón de Café San Juan tiene capacidad para solo 25 personas, y las mesas entran apretadas. Se recomienda tener reserva y lo que estás buscando es privacidad o tranquilidad puede que no sea el lugar apropiado. Los platos se eligen directamente de una pizzara. Para empezar, hay tapas de brie con tomates confitados, tortilla de papas y girgolas en escabeche, paté de conejo con confitura de ciruelas al balsámico, ostras frescas y hasta liebre marinada. El principal de bondiola de cerdo braseada con panceta ahumada es excelente. Los vegetarianos pueden optar por unas pastas con vegetales.


Sarkis: Es un restaurante de cocina árabe ubicado en Palermo. Es el líder entre los restaurantes de su etnia, y tiene más de 800 comentarios en Oleo. La mayoría de los votos están del lado de la comida. Quizás el ambiente no sea muy atractivo, o el servicio no sea de lujo, pero la comida tiene poco debate. Tienen todos los platos típicos que uno quisiera encontrar: hummus, puré de berenjenas, ensalada taboule, keppe, empanadas árabes, y hasta un riquísimo baklavah acompañado con helado de postre. La carta tiene una explicación de los platos para los que se inician en este tipo de comida, y los mozos están bien predispuestos a ofrecer explicaciones y sugerencias de los platos que ofrece la carta.




La Bistecca: La trattoria italiana tiene casi 200 votos y comentarios. Es un bufet de muy buen nivel. Uno de los destacados es la tabla de quesos y fiambres que tiene una amplia selección. La pasta la minuta es muy buena y cuando la cola no es muy larga, te la preparan cumpliendo todos tus caprichos. La salsa scarparo que tienen es excelente y la pizza sale a la piedra en pocos minutos. Igual de rápido se va cuando llega a la mesa. Tienen una buena carta de vinos para acompañar la comida y vale la pena tratar de llegar con espacio para el postre. Entre las opciones la tulipa con helado es una buena opción para comer algo dulce sin salir rodando del lugar. Es una buena opción para festejar un cumpleaños con amigos. Te ponen globos en la mesa, los mozos te cantan el tanti auguri y te llevas a tu casa unas pastas secas con tinta de calamar.


El Cuartito: Casi 400 personas dejaron su voto o comentario acerca de esta famosa pizzería de Recoleta. Fundado en 1934 la pizzería El Cuartito es un lugar de culto de la gastronomía porteña. Es pintoresco y la atención aceptable, pero su fama se la dieron sus pizzas de molde. La napolitana, la fugazzeta y su fainá son únicas en Buenos Aires. De postre ofrecen budín de pan, flan, tarantela y arroz con leche caseros. Parte del atractivo de ir al Cuartito está en el ambiente del local, donde el dueño dispone con orgullo una infinita colección de fotos y afiches de grandes deportistas y personalidades que han comido allí desde sus inicios.

La Cabrera: El slogan de esta parrilla es “uno de los mejores secretos guardados de Palermo”. Prometen carne argentina de primera calidad, platos abundantes y buena atención. La mayor parte de los 368 comentarios y votos en Guía Oleo dicen que cumplen su promesa. El chef del lugar es Gastón Rivera, y las especialidades de la casa incluyen provoleta de queso de cabra con tomates secos como entrada; y como principales se destacan el ojo de bife, el lomo con perfume de tomillo y las brochettes de pollo con naranjas y vodka. Muchas veces la espera es larga, y los precios algo elevados, pero a más de uno se lo ha escuchado decir que tienen el mejor bife de chorizo de la ciudad.

Guía Oleo aclara: Los restaurantes más populares mencionando en esta nota son los que su ficha en la Guía fue consultada la mayor cantidad de veces.
En los últimos años, el chipá dio el gran salto: pasó de la venta ambulante a los mostradores de las tiendas modernas, y hoy es uno de los snacks favoritos de los foodies porteños. En el supermercado se consiguen mezclas preparadas para hacerlo en casa, pero si querés saber cómo es el auténtico chipá, seguí esta receta:

Receta para los autenticos chipas
Ingredientes:
300 gr fecula de mandioca (se consigue en dieteticas), se puede hacer con harina 0000 pero quedan mas duros

90 cm3 de leche
1 huevo
50 cm3 jugo de naranja
50 gr manteca a temperatura ambiente
10 gr sal fina
100 gr de queso pasta dura (raggianito o parmesano)

200 gr de queso semiduro  tipo mar del plata
Preparacion:
En un bowl mezclar fecula, sal, manteca, huevo, jugo y leche hasta unir
Cortar los quesos en trozos pequeños o rallado grueso. Agregarlos  a la mezcla anterior y amasar hasta unir 

Cortar en bollitos y darles forma redonda.
Colocar sobre placa enmantecada
Hornear a 200C durante 8 a 10 minutos (o hasta que queden doraditos)
Se puede hacer una precoccion de 3 o 4 minutos y congelar hasta dos meses. Del freezer van directo al horno durante 10 minutos.



Una parte muy linda del viajar es tomarse el tiempo para preparar el viaje. Hundirte entre pilas de libros, artículos, blogs y recomendaciones de amigos. Empezar a soñar con los paisajes, hacer checklists de lugares que no nos queremos perder, pensar en los conjuntos de ropa mas aptos para estar cómodos pero al mismo tiempo salir bien en las fotos…. Todas esas cosas que uno se plantea en los días que preceden a subirse al avión, al auto, el tren o el medio de transporte de preferencia. Como estará el tiempo en nuestro destino, si vale la pena llevar ese libro gigante y pesado. Cuales son los mejores tracks para acompañar largas horas de caminatas, qué vamos a querer comer, donde comer barato y bien, cuales son los platos típicos de la zona…
Mi countdown regresivo tiene una lectura obligada. Hace un tiempo descubrí que Lonely Planet tiene una serie de libros llamados World Food. Son libros pocket que no pesan mucho y tienen precios muy accesibles. Básicamente es una guía turística gastronómica de la región. Desde historias sobre la cultura gastronomica, hasta los sabores típicos y los platillos imperdibles de las distintas zonas, estos libros lo plantean casi todo. Son muy descriptivos y he encontrado que no pierden vigencia con el tiempo. Quizás no vas a terminar yendo al restaurante que esta al ultimo grito de la moda, pero se aprende mucho.
También te dan frases útiles para preguntar que es lo que esta pidiendo el de al lado, como pedir una cerveza, que no sea muy picante y que te traigan la cuenta….
Se los recomiendo! No se van a arrepentir. Si los compran con tiempo se pueden ir familiarizando con los lugares y no llevar peso extra en la valija, pero si en cambio lo compran a ultimo momento, me parece un excelente compañero de viajes para ir descubriendo a medida que andan.
Saludos viajeros, sera hasta muy pronto.

Es domingo. Es el dia de Cookies! Hace un rato volvimos de un prolongado asado familiar, y quedaban pocas horas de luz para sacar fotos asique abri la heladera para buscar insipiracion y vi la lata de leche condensada que quedo abierta de unos dias atras cuando prepare flan de caramelo. Inmediatamente pense Cookies de leche condensada. Frosting de limón, unos pocos ingredientes y al horno. 20 minutos despues estoy metida en la cama con una taza enorme de te, unas cookies y armando el post para despues leer un rato a ver si me engancho con Ulysses de James Joyce. Les dejo la receta para que sean sus propios jueces... 
Cookies de leche condensada
(Rinde 15 a 20 cookies)
 Ingredientes:
-75 gr de harina 
-50 gr de manteca fria 
-20 gr de azucar impalpable 
-Una pizca de sal 
-2 cucharadas genersosas de leche condensada 
-1/2 cda de polvo de hornear 

Para el frosting:
2 cdas de manteca 
2 cdas de azucar impalpable 
1 gotita de esencia de limon o rayadura 
1 pisca de sal
1 cda de agua 

Preparatcon:
-Mezclar harina y manteca hasta formas como migas de pan
-Agregar el resto de los ingredientes hasta formar una mezcla pegajosa
-Poner cucharadas de la mezcla sobre una placa para horno con papel manteca enmantecado
-Cocinar en un horno precalentado a 180C durante 5 a 8 minutos
-Mientras tanto mezclar los ingredientes del frosting
-Esperar a que se enfriend las cookies antes de colocar el frosting
-Tommy pidio que su version tuvieran granas de chocolate asique primero bien bañadas en el frosting y unas granas para terminar. 

En los últimos años, el chipá dio el gran salto: pasó de la venta ambulante a los mostradores de las tiendas modernas, y hoy es uno de los snacks favoritos de los foodies porteños. En el supermercado se consiguen mezclas preparadas para hacerlo en casa, pero si querés saber cómo es el auténtico chipá, seguí esta receta: 

Ingredientes: 300 gramos de fécula de mandioca (se consigue en dietéticas), 90 cm3 de leche, 1 huevo, 50 cm3 de jugo de naranja, 50 gramos de manteca a temperatura ambiente, 10 gramos de sal fina, 100 gramos de queso duro (Sardo, Reggianito o Parmesano), 200 gramos de queso semiduro (tipo Mar del Plata).

Preparación: en un bowl, mezclar la fécula, la sal, la manteca, el huevo, el jugo y la leche, hasta formar una masa homogénea. Cortar los quesos en trozos pequeños y agregarlos a la mezcla anterior. Amasar hasta unir. 

Cortar en bollitos y darles forma redonda. Colocar sobre una placa enmantecada y llevar al horno a 200°C, entre 8 a 10 minutos, hasta que queden doraditos. Retirar y servir. 

En los últimos años, Dubai ha sido uno de los destinos con mayor crecimiento turístico en el mundo. Ubicada a 200km norte de Abu Dhabi (capital de los Emiratos Arabes), es una ciudad en contstante crecimiento y con grandes promesas para que el mundo pueda conocer un poco más de la cultura árabe. Entre los atractivos y puntos de interés se encuentra el Burj Al Arab (hotel más lujoso del mundo) y el Burj Dubai (el edificio más alto del mundo). Pero además de rascacielos y de mitos faraónicos, Dubai ofrece una riqueza gastronómica para todos los gustos (y bolsillos). En casi toda la región, la comida es muy barata, y se pueden probar platillos típicos de la comida árabe y de la india.
Lo que vas a encontrar en todos lados:
El shawarma:  En casi cualquier lado puedes encontrar este típicos bocadillos que ya es popular en todo el mundo. Consiste de una carne que se cocina durante largo tiempo en un palo que va girando, y luego se corta bien finito y se sirve dentro de un pan pita con vegetales asados y alguna salsa.
El falafel: es una croqueta de garbanzos o habas. Se sirve solo o en sándwich con yogur natural. Su nombre viene del término árabe que significa pimiento.
Pan árabe o Roti: es un pan finito parecido a una tortilla de trigo.
Warak Dawali: son hojas de parra rellenas de carne, pescado o cerdo. Es un plato de origen egipcio que se hizo muy popular en la comida árabe.
Yay Mahshi: pollo relleno con trigo partido que se cocina braseado con mucho limón y manteca.
Hummus: un plato tradicional hecho a base de pure de garbanzos y pasta de sésamo, jugo de limón y aceite de oliva. Se suele usar como salsa o para comer como tapas con pan.
Fatays: empanaditas de carne y vegetales de forma triangular que se conocen en muchos lados como “empanadas árabes”. En su versión tradicional, la carne esta casi cruda y se come con mucho limón.
Jugos de fruta: En la mayoría de los puestitos de faladel, se pueden encontrar un gran variedad de jugos frescos muy ricos y por poco dinero.
Siempre está la opción de ir a algún local de comida rápida. Pueden encontrar McDonalds, Fridays, KFC y Starbucks. Si tenés ganas de sentarte a comer, también hay muchas opciones de restaurantes con menús interesantes y mozos muy atentos y dispuestos a explicarte lo que ofrecen.  Anímense a probar, se puede comer muy bien y con poco dinero. A sacarse el miedo, y falafel!

El curry es un plato especiado típico del continente asiático. Existen tantas recetas como gente que las prepara y cada cocinero tiene su combinación secreta y mezcla de especies. Los hay picantes, complejos y agridulces. Pueden ser vegetarios, de carne, pollo, pescado, mariscos o cordero.
Estos son algunos de los curries más populares del mundo.

1. Curry verde (Thai): El curry verde puede ser de pollo o de carne. Es uno de los platos Tailandeses más conocidos en el mundo. Se prepara con leche de coco y una pasta de curry fresca. Es muy picante y puede llevar berenjenas, morrones u otras verduras. Se acompaña con arroz blanco.

2. Massaman Curry (Thai): Este plato proviene del sur de Tailandia, donde la mayoría de la población es musulmana (de ahí su nombre, que significa musulmán). El curry massaman tiene dos ingredientes que no pueden faltar: el mani tostado, y la papa. Se prepara con leche de coco, y puede ser de cerdo, carne vacuna, pollo o de tofu.  

3.Rendang curry (Indonesia): Este plato es oriundo del oeste de Sumatra (una de las 5 islas mas grandes de indonesia). Originalmente lleva carne de bufalo, y se cocina durante un largo tiempo en leche de coco para que la carne quede bien tierna.

4.Murgh makhani, mejor conocido como butter chicken (India): es uno de los platos más populares de la cocina de la india y uno de los curries que mas adeptos ha conseguido en el mundo. Se hace con pollo y una salsa a base de tomate, yogur, garam masala y se termina con manteca. Al ser un plato de fácil preparación, y de un sabor cremoso pero no demasiado picante, gana voto en india como en Australia, Nueva Zelandia e Inglateerra.  

5. Penang curry (Thai): el curry de Penang o Panang es uno de los curries menos picantes. Se hace generalmente con carne, y se cocina un polvo de curry (que lleva lemon grass, hojas de lima kaffir, azúcar de palma, galanga, chiles, coriandro, echalottes, pasta de camaron, mani, etc) en leche de coco.

6. Japanese Kare (Japan): El curry llego a Japon en mano de los ingleses, que a su vez, lo habían adoptado de la India. Hoy es un plato muy popular en Japon. Se sirve siempre con arroz, fideos o pan. Los ingredientes mas comunes de los curries japoneses son la cebolla, las zanahorias y la papa. Como proteína principal se usa pollo, carne o pato. El curry japonés suele ser mas espeso y bastante mas suave que el curry de la India.

7. Pork Vindaloo (India): Este curry es oriundo de la región de Goa. Este si pica en serio, aunque no es el mas picante de todos. Suele estar en casi todos los menues de restaurantes hindúes alrededor del mundo y es un gusto picante pero bien aceptado por la mayoría de los paladares.

8. Chicken tikka masala (Inglaterra): Se parece bastante al butter chicken, pero es la interpretación inglesa de los tradicionales curries de pollo hindúes. Robin Cook (político británico) lo describió como: “el verdadero plato nacional de Gran Bretaña”.

9. Chicken korma (Pakistan): Hay muchas versiones y definiciones de cómo puede prepararse un Korma. Los hay picantes y suaves, de pollo, de cordero o de carne vacuna. Pero siempre que se sirvan el plato, te vas a encontrar con una salsa bien espesa y una carne que se deshace en la boca gracias a un largo tiempo de cocción.

10. Dhansak (India): Este curry combina técnicas y sabores de la cocina Persa y la cocina Gujarati. Es un plato tradicional de los domingos, y lleva lentejas, vegetales, y especies. En su versión original se hace con carne de cordero, aunque hoy se pueden encontrar versiones con pollo y otras carnes.

Si tenes ganas de algo dulce o tenes invitados a tomar el te pero no tenes mucho tiempo entre manos, proba hacer estas palmeritas express. Son una pavada, y quedan buenisimas!! Solo necesitas una mas de tarta (puede ser hojaldrada o criolla), un par de cucharadas de manteca derretida, azucar y canela.



-Derreti 20 gramos de manteca  en el microondas. Esparcila sobre la masa de tarta, espolvorea con bastante azucar, unas cucharaditas de canela, enrolla dos costados hacia el centro, enfria un rato y corta las palmeritas. Colocar sobre una placa enmantecada, y llevar a un horno a 180 C durante 15 minutos o hasta que esten doradas.

-Si no te gusta la canela, proba rellenar con mermelada de durazno o naranja. Tambien se pueden cambiar el azucar por queso rallado para una version salada.




Es un domingo cualquiera, con fiaca de levantarse de la cama. Después de trasnochar y tomar unas copas de más la noche anterior, tengo ganas de subir las sábanas hasta la nariz, y seguir un rato “descansando la vista”. El único problema, es que tengo hambre. Ya es tarde para desayunar, aunque algo temprano para salir a almorzar. Lo pienso dos veces, y me doy cuenta de que es el horario perfecto… para el brunch!

El Brunch es un híbrido gastronómico que combina elementos típicos del desayuno (Breakfast), como jugos, infusiones y panes; con platos más sustanciosos y bebidas más propias del almuerzo (Lunch), como tartas, ahumados, espumantes, y licores. Es ese momento del día donde se admiten todos los caprichos, sin culpa, ni miradas raras de otros comensales por las combinaciones y los antojos peculiares.

La tendencia surgió a fines del siglo XIX en Inglaterra. En 1986, la revista Punch, publicaba un artículo que anunciaba que el brunch era la cosa cool del momento. Durante los años 30 se hizo popular en los Estados Unidos, especialmente entre los periodistas, que se juntaban a leer los gruesos diarios del domingo, con una taza de exagerada de café y unos huevos benedict. Luego se impuso entre los celebrities, y no tardó en cruzar mares y fronteras.

Fueron los grandes hoteles los que ayudaron al Brunch a llegar a Buenos Aires. Los precursores fueron La brasserie del Plaza y L’orangerie del Hotel Alvear. Después el híbrido conquistó los principales circuitos “palermenses”, que buscaban atraer a los turistas deseosos de comer sus huevos revueltos. Hoy ya existen más de cien bares y restaurantes que ofrecen esta opción que nos permite optimizar el tiempo de ocio durante el fin de semana. Un rato más remoloneando en la cama, y luego podemos salir a degustar una quiche de verduras con jugo de naranja o acompañar las tostadas con huevos revueltos y una copa de champagne.

El brunch, generalmente, se sirve los domingos entre las 10 y las 16, aunque muchos lugares extienden el horario y suman la propuesta a los sábados. El café es la constante, y los huevos suelen ser los invitados de honor de la mesa. Se sirven revueltos, benedict, o en omelette babé. Las propuestas más tradicionales sirven canastas con scons, muffins, tostadas y medialunas, que se acompañan con manteca, mermeladas, jugo, frutas, y french toast con huevos y panceta. Otros menús incluyen entre sus opciones, platos más sofisticados como gravlax de salmón o cordero braseado. También aparecen waffles, tabla de fiambres, bruschettas, frittatas y quiches.

Le preguntamos a la comunidad Oleo en Facebook, cuáles eran sus lugares preferidos para brunchear, y éstos fueron algunos de los más populares:

Olsen: Es un restaurant de cocina nórdica ubicado en el corazón de Palermo. Es uno de los lugares de la zona que mantiene un ambiente distendido y cool sin ser demasiado pretensioso. Para el brunch, tienen un menú atractivo que admite opciones para armar a tu propio gusto.
La propuesta A más ligada al desayuno, Incluye café, tostadas, jugo, yogurt con cereales, lomito y queso o ensalada de frutas, omelette o huevos revueltos o panqueque de papa, acompañado por una bebida. El precio va de los $30 a $90 según cuán completo se lo pida. La propuesta B ofrece dos listas de platos más contundentes, y el comensal puede elegir uno de cada lista. La primera cuenta con omelettes, waffles, vegetales asados o sándwiches de pan en siete granos. La segunda lista cuenta con pollo grillado, bondiola casera, salmón grlavlax y más. El precio es de $90, que incluye la bebida y una guarnición de ensalada o papas Ølsen. Además, cuentan con varias entradas entre las que se destacan la tabla de smorrebrods (canapés nórdicos), leberwurst con pretzels o blinis de maíz con salmón. También hay 5 diferentes opciones de postres. El brunch de Ølsen acepta a los madrugadores y también aquellos que prefieren dormir con persiana cerrada hasta altas horas de la tarde. Su horario es desde las 10:30 hrs hasta las 20 hs.


La Waffleria Gourmet: Es un lugar cálido y con atención amable. Apartado del tan transitado Palermo, La Waffleria se encuentra en el barrio de Devoto. Ofrece dos opciones de brunch a precios muy accesibles.
El primero incluye café, una copa de vino, minis crocantes (vienen 4, de roqueforte apio y nueces, jamón crudo y rúcula, cerdo, panceta y beer mustard, y salmón ahumado, philadelphia y alcaparras), palicrep (waffle sellado relleno a elección), y waffle de vainilla o chocolate con topping de nutella. Todo por la módica suma de $47.
La otra opción incluye café, agua o gaseosa, minis crocantes (de crema de verdeo, de espinaca y salsa blanca gratinada, fungí y parmesano, y de humita), palicrep vegetariano, y waffle de vainilla con manzanas caramelizadas con canela y crema batida. Esta opción vale $46.


Con ofertas como estas, vale la pena aventurarse por el jardín de la ciudad, ¿no?

Suca: Es otra opción fuera del tan andado Palermo. Suca chocolate & pasión, es el primer chocolate lounge de la ciudad. Un pequeño living con cuatro mesas, donde se puede disfrutar de un ambiente tranquilo al compás de música elegida para crear un ambiente acogedor. El brunch de Succa se sirve en dos etapas: primero llega a la mesa una canasta con scons, muffins y tostadas de pan casero; mermelada y manteca, jugo de naranjas y café con leche. Luego avanzan unos Eggs Benedict sobre French toast con jamón y salsa holandesa, yogurt, cereales y frutas de estación. Tienen todo tipo de chocolates calientes y cafés. Les recomiendo también pasarse a la hora del té para probar el strudel de manzanas tibio con helado, o los tostados en pan casero y la fondue de chocolate.

Malvón:Es una casona vieja en el barrio de Villa Crespo. En sus hornos hacen cada día toda su panadería, y mantienen vivo ese algo especial de las confiterías del viejo estilo porteño, pero le suman toques contemporáneos que atraen a turistas y público barrial por igual. Sirven brunch los fines de semana, con un menú variado que incluye los clásicos huevos benedictinos, pero también popovers y algunos platos de la cocina cajún.
Desde ribs de cerdo con batatas rotas y chutney de manzanas verdes, hasta fritatta con salchicha parillera, cordero brasedo y huevos benedictos, Malvon tiene opciones para todos los paladares.
El Brunch viene siempre acompañado de un cocktail, café con leche o limonada, cornbread, guarnición frutas en ginger syrup y una guarnición de pancakes, huevos cocotte, papas cajun, guacamole, aros de cebolla o sopa del día.


Le Ble: Coquitos gigantes, muffins de chocolate con un suave gusto a arándanos y un tazón de café con leche gigante, para satisfacer hasta a los más cafeinómanos. El brunch en Le Ble es variado y generoso. Opciones dulces y saladas, aseguran que nadie se quede con las ganas. Su cocina/panadería a la vista y la decoración de estilo francés, atraen al público que camina por esta tranquila esquina del barrio de colegiales. Grandes pizarras anuncian promociones del día, y si no hay lugar, tenés la opción de llevarte todo a tu casa, para hacer el brunch metido en la cama haciendo fiaca.

Nucha:Es uno los clásicos lugares para brunchear. Cuenta con varias sucursales alrededor en la ciudad, con un ambiente familiar y un menú que garantiza que nadie se quede con hambre. Salen bandejas de sandwichitos, calentitos y tartas. Después viene un sinfín de dulces, exquisita pastelería y gustos delicados que solo pueden prepararse con la mejor materia prima. El precio es algo elevado ($200), pero la variedad y cantidad, son suficientes como para compartir entre dos.

Café Crespin: Es un lugar relajado y apto para juntarse con amigos. La estrella del brunch es el cinnamon roll, pero los pretzels y carrot cakes no se quedan atrás. También son excepcionales sus french toasts con frutos rojos, y el sándwich de gravlax de salmón en bagel con semillas de amapola. El menú sale $60, que incluye una infusión y una copa de champagne o jugo de naranja. Si son un grupo grande, traten de ir temprano, después de las 13hs, empiezan a ocuparse la mayor parte de las mesas.
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