FOOD

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Jueves feriado, 11 am. Mientras terminamos de ordenar y lavar los platos de un largo desayuno, vemos un tweet de @lacrespodeli que dice: "Jueves feriado, comiendo rico es mejor!" foto de un bagel con salmón ahumado y alcaparras. Nos miramos, asentimos; ya sabemos dónde vamos a almorzar. En el auto, leemos el menú, y cuando escucho Sandwich de Hot Pastrami, se exactamente qué es lo que voy a almorzar. 

El lugar: 
Casi en la esquina de Thames y Vera, a una pocas cuadras de la bulliciosa zona de los outlets en Villa Crespo, La Crespo es un pequeño local con una gran propuesta: un remake moderno de los clásicos delis judíos neoyorkinos, con algún twist argentino. El lugar es mini, un par de mesas afuera, 4 mesas altas de madera adentro (que con suerte las encontrás vacías, y si no, podés pedir para llevar); mostrador estilo almacén, y unas pizarras con los especiales escritos en tiza. 

Antes de instalarnos en una de las mesitas de afuera, saco una foto a la marquesina y las mesitas de la vereda. En seguida, Clarisa, (dueña, chef, judía) se me acerca y pregunta por qué estoy sacando fotos. Le respondo que soy colaboradora de Oleo y además tengo un blog de cocina y recorridos gastronómicos, y con una sonrisa gigante me dice que entonces somos amigas. Enseguida viene la camarera a traernos la carta, y preguntarnos si ya sabemos qué queremos tomar. La atención es rápida, amable; la chica que nos atiene nos explica todos los platos que nos traen dudas,  y está siempre atenta a lo largo del almuerzo; aún así, Clarisa no puede evitar venir a recomendarnos, preguntarnos, y charlar de a ratos. En alguna de sus visitas a la mesa, nos agarra en medio de un bocado gigante de hot pastrami, pregunta si nos gusta la comida, y antes que logremos tragar para contestar nos avisa: "si no te gusta no me lo digas, mentime!".... hay algo más lindo que ser bien atendido, en un lugar bonito, y donde se come muy bien? 

La Comida: Sensación amor odio al empezar a leer la carta. Amor porque quiero probar todo, odio porque no voy a poder probar todo de una sola sentada. Todo me tienta, qué difícil decidir. Hummus, gravlax, knishes, boios, babaganoush, strudels, sopa de matzoh, latkes, goulash, bagel con salmón, sandwich de pastrami, lo quiero todo.
Mientras devoro los frutos secos con curry que nos sirven con la bebida, decidimos que es inevitable empezar probando el knishe de papa, y el milhojas con queso, que es obligadamente seguido de un sandwich de hot pastrami (razón por la que vinimos). No tienen strudel, pero nos avisan que es suficiente comida, así que tenemos otra razón más para volver.
El knishe de papa estaba muy bien, el milhojas de queso me dio ganas de salir corriendo a comprar masa philo para preparar decenas y pasarme la tarde comiendo esa delicia; pero la estrella fue el sandwich. 200 grs de pastrón (cuya receta heredó Clarisa de la de la mamá de su papá, y se guarda algún secreto, pero sí se que incluye tiernizar la carne con vino blanco, what´s not to like?), chutney de cebolla, mostaza dulce, y lo sirve en pan de kummel o en bagel casero.
Rico? Riquísimo. Lo compartimos y aún así me pareció muchísimo pastrón. El chutney de cebollas estaba riquisimo, el pan bien tierno y el pepino crocante y sabroso. Mi única crítica es que le pondría más pepino (pero soy fan del pepino agridulce), y quizás una mostaza más picantona que dulce, pero son gustos, y yo no soy judía, ella sabrá mucho más que yo! El sandwich vale $69, y se comparte- aunque quizás te guste tanto que no quiera compartirlo.
Volveré por más, pronto. No creo poder pasar mucho más tiempo sin probar esos bagels caseros de salmón ahumado, strudel de espinaca, lajmayín, más knishes, y hummus.
Un lugar para comer abundante, a buen precio, en pleno corazón judío de Villa Crespo, donde todavía no atacaron al barrio con la sobre población culinaria. 

$$: precio promedio por persona $80. 
Para los que no sepan, el pastrón es una especie de fiambre, pero hecho a base de carne vacuna macerada, cocida durante largo tiempo, y luego cortada bien bien finita. Será porque los judíos no pueden comer carne de cerdo, que se las ingeniaron para inventar un sustituto al fiambre que (cuando bien hecho) no tiene nada que envidiarle al jamón de bellota? 
La Crespo
Thames 612, Villa Crespo / 4856-9770
Abierto: martes a viernes de 11.30am a 9pm - sábados y domingos de 12pm a 5pm.






A veces no hay duda alguna sobre qué cocinar... otras veces doy mil vueltas hasta que me decido. Este fin de semana quería aprovechar la sobredosis de tiempo libre (cuatro días entre feriados y fin de semana) para poder cocinar mucho, probar recetas, leer, escribir, caminar y ponerme al día con freelos y, por qué no acumular alguna receta para que los fines de semana que estoy más atareada no haga falta suspender Cookie Sundays otra vez. 
Aunque no me animo a decir que fue un fin de semana absolutamente improductivo, porque hice un montón de cosas... no fue EL fin de semana de los grandes éxitos culinarios, o por lo menos no de primera, ni segunda.
Empezó con el brainstorming que me llevó a recordar que vengo diciendo que debo subir alguna receta de brunch, y entonces nota mental de sacar fotos a los huevos revueltos y french toast y todo muy rico pero las fotos masomenos, porque me quede sin batería, y no fueron los huevos más fotogénicos de la historia. Después apareció la idea de hacer algo con mandarinas - porque no había ninguna receta con mandarina - y están en temporada, y ayer había comprado un montón para hacer jugo de naranja/pomelo/mandarina. Ok, genial, pensé, budín de mandarinas!
Y salimos en busca de un molde porque no había uno a mano... y probé una receta, fui sacando fotos del paso a paso, y todo venía bien hasta que salió del horno, y un rotundo fracaso. Budín denso, apelmazado, que no terminaba de levantar ni cocinarse.
Enojada, cambié de receta y probé de nuevo; y por apurada o malhumorada, tampoco funcionó muy bien. Día después, a la carga de nuevo, pero ya no había mandarinas, así que me animé con las manzanas. Y un budín de manzanas parecía aburrido, para crumble no tenia molde cerca, así que pensé bueno, budín de crumble! y menos mal que funcionó, porque si fracasaba 3 veces, estaba dispuesta abandonar el blog, y quizás hasta la cocina. 
Pero funcionó, y funcionó muy bien. Le tuve paciencia, lo saqué del horno y lo dejé entibiar antes de desmoldar.
Corté las primeras rodajas con algo de miedo (siempre que algo sale mal en la cocina, las veces siguientes estoy un poco más temerosa, y a veces el miedo es bueno porque nos hace más cautos y la pastelería necesita de detalle y precisión). 
Un budín para comer de postre, tibio con una bocha de helado que se va derritiendo... no tienen helado? un café bien bien amargo, y sentarse a disfrutar del aroma que llena toda la cocina. 

Budín de apple crumble
(rinde 1 budin grande)

Ingredientes
-120grs de manteca
-140grs de azúcar
-2 huevos
-120 grs de harina
-1 cdita de polvo de hornear
-1 cdita de esencia de vainilla
-1 o 2 cditas de canela
-2 manzanas medianas
-un chorrito de limon

Para el crumble
-30 grs de manteca
-40 grs de azúcar
-60 grs de harina

Preparación
-Pelar las manzanas y cortar en cubitos
-Colocarlas en un bowl con un chorrito de limon, una o dos cucharadas de azúcar, y otras de canela
-Batir manteca y azúcar a blanco
-Agregar la esencia de vainilla y los huevos, de a uno, hasta que queden bien incorporados
-Tamizar harina, polvo de hornear, canela y agregarlos a la preparación mezclando ya sin batir (yo lo hice con cuchara de madera) hasta que quede todo bien incorporado - debería ser una masa bien lisa
-Sumar las manzanas en cubitos
-Colocar toda la mezcla en un molde para budin, enmantecado y enharinado.
-Llevar a un horno precalentado a 170/180C por 35 a 40 minutos*. A media cocción, controlar pinchando con un cuchillo (si esta listo, debería salir limpio)

*tip: si ven que el crumble esta tomando demasiado color, lo pueden tapar con papel aluminio para evitar que se queme.

Es temprano para almorzar, tarde para desayunar, pero hambre, mucho. Abro la heladera como para ver qué puedo picar y aguantar un rato antes de ponerme a preparar el almuerzo, y me encuentro con unas berenjenas y remolachas medio abandonadas que ya no están en su mejor mejor momento, y en vez de tirarlas, me acuerdo de la mayonesa de papa y zanahoria y digo y por qué no un dip de remolacha? y por qué no asar esas berenjenas al horno y preparar un rico puré de berenjenas?
En media hora tengo unos dips riquísimos que acompaño con un Cynar Julep (porque nunca es tarde ni temprano para Cynar) y queda anotada una receta rápida y fácil para sumar a cualquier picada y reemplazar el ya trillado hummus/guacamole. Lo bueno es que además duran varios días y si sobra, a la heladera para sacar en cualquier momento.



Dip de remolacha
(rinde un bowl mediano de dip)

Ingredientes
-3 remolachas medianas/chicas
-jugo de medio limón
-sal, pimienta, ajo en polvo
-1 cdita de mostaza
-aceite de oliva

Preparación
-Hervir las remolachas ya peladas en abundante agua con sal por unos 15 o 20 minutos (o hasta que puedan pincharlas con un cuchillo y estén tiernitas
-Procesar con una minipymer hasta formar un puré homogéneo
-Agregar sal, pimienta, ajo, mostaza, limon y aceite de oliva a gusto
-Se puede comer tibio o llevar a la heladera


Puré de berenjenas
(rinde un bowl mediano de dip)

Ingredientes
-2 berenjenas medianas
-sal gruesa para la cocción
-sal, pimienta, ajo en polvo
-1 chorrito de limón
-aceite de oliva

Preparación
-Precalentar el horno a 180C
-Mientras, cortar las berenjenas al medio, colocar sobre una fuente con papel metalizado y sumarles un chorrito de aceite de oliva por encima, y un puñado de sal gruesa
-Llevar a horno durante 10 minutos, luego cerrar el papel metalizado y llevar otros 10 minutos al horno (o hasta que estén bien tiernitas)
-Retirar el exceso de sal, sacar todo el relleno de la berenjena y pisarlo con un tenedor, agregar oliva, limón, sal, pimienta y ajo a gusto.
-Tostaditas, berenjena, 

Cómo es que pasa el tiempo tan rapido que no nos damos cuenta? En un abrir y cerrar de ojos, de repente estamos en abril, se terminó el verano, y voló el primer cuarto (aunque casi tercio) del año. Nunca lo quise demasiado a Fito, y sin embargo, parece que tenia razón: las cosas tienen movimiento. El 2014 parece ser el neverending tour. En lo que va del año ya pase 5 semanas en New York, una semana en Mexico, una semana en Francia, y se divisa en el horizonte un mes de producción en San Francisco.
Definitivamente las cosas se van moviendo. Algunas cosas se mueven casi sin darnos cuenta y la inercia hace que nos demos vuelta y veamos que pasaron un montón de cosas. A veces estando de viaje se pierde un poco la noción del pasar, y el volver es ver todos los cambios juntos... Y qué tiene todo esto que ver con la cocina? seguramente poco y nada, salvo el hecho de que estando de viaje se me hace un poco mas difícil estar al día con el blog, cocinar, subir recetas o recomendados -en general estoy demasiado ocupada corriendo de un lado al otro, o sacando fotos (y comiendo).
Recién llegada de Francia no quise perder tiempo ni inercia, y ayer me pase gran parte del día cocinando, y hoy rindo homenaje a mi viaje con una receta, que aunque en realidad es escocesa y no francesa, festeja uno de los reyes de los ingredientes Frances: la manteca.
El shortbread es una receta que no falla; es una de esas que podes hacer sin una lista de ingredientes ni instrucciones en mano porque lo unico que tenés que acordarte es 1, 2, 3, azúcar, manteca, harina. Una parte de azúcar, dos de manteca y tres de harina. Eso es todo. Y así de simples, puede que sean una cosa increíble? Si, lo son. Una galletita de manteca que se deshace en la boca, pide cafe, y otra galletita.


Shortbread
(Rinde masomenos 30 cookies)
Ingredientes
-60grs de azúcar impalpable
-120grs de manteca
-180 grs de harina 0000
-azúcar común para espolvorear
-opcional: se puede saborizar con ralladura de limon, vainilla, o naranja

Preparación
-Batir manteca y azúcar hasta que la manteca quede pomada y el azúcar incorporada a la manteca
-Agregar ralladura, o esencia (opcional)
-Agregar harina y mezclar hasta formar una masa (trabajar lo menos posible, cuanto menos amasado, mejor, porque va a quedar una masita mas friable y menos dura)
-Estirar masa con palote a masomenos medio cm, sobre una placa con papel manteca y cortar de la forma deseada. Se puede usar cortante, o cortar con cuchillo y marcar con tenedor como hice yo en este caso.
-Llevar a heladera durante 20 minutos, mientras tanto precalentar el horno a 190C.
-Cocinar durante 20 a 30 min, o hasta que empiecen a tomar coloracion. Dejar enfriar unos minutos antes de comer.




Jueves lluvioso que grita otoño, post feriado, fiaca total la oficina, día ideal para salir a comer o tomar algo, cambiar el humor y abrazar el viernes que llega con nubes y tormentas, pero ya es fin de semana. Naná es un lugar perfecto para un día como hoy. Un restaurante tranquilo, con una propuesta de platos originales y ricos en el lindísimo y todavía nuevo Boulevard de Yrigoyen en Vicente Lopez.




Naná, Vicente López (Yrigoyen 499, Vicente Lopez)
El lugar: Toldo blanco y negro, mesitas en la vereda, entrada directa a un pequeño patio interno, y un gran ventanal que da al resto del salón. Mesas de madera, decoración más bien minimalista, look cálito, entre moderno e industrial, bien cuidado en los detalles. No sólo gana el ambiente, también la comida. Si estás por la zona, también es una buena opción para almorzar, tienen buenos especiales y menús de mediodía.

Comida:

En general, no me pasa mucho de ir a un lugar y querer probarlo todo, pero es lo que me pasó siempre en Naná.  No estoy segura de si cada vez que fui estaba muy hambrienta, si es que describen los platos de forma que suenan todos muy tentadores, o que el chef, Hugo Macchia (ex scure) realmente ha
logrado una propuesta super interesante. 
En cualquier caso, la comida siempre estuvo muy rica. Arrancamos bien, en vez de panera, traen unos bastoncitos de pan y un huevo pasado por agua, me encantó la idea, super original.
De las entradas o pequeños platos (que van cambiando cada tanto y si tengo algo para criticar es que son demasiado pequeños realmente), en distintas oportunidades probé burrata, brie con remolachas confitadas, paté, dulce y espinaca salteada, y el ceviche de langostinos. Todos recomendados, salvo que quien avisa no traiciona, son pequeños de verdad (un cuarto de burranta más que una entrada es un tentempié).  
De los principales, destacable el salmón en croute de lapsang sanchuang con humita y sofrito de tomate con uva (humita con salmón es una combinación que no hubiese pensado, pero queda genial, y el sofrito con uva le da un extra dulce que combina muy bien con un pescado graso como el salmón; los malfatti de espinaca, el tiradito de trucha o la ternera braseada. De postre, creme brulée de naranja o una chocotorta hecha como corresponde. 

Dato: buena carta de vinos y tragos, a precios razonables. 

 






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