FOOD

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Hace demasiados fines de semana que no estaba en casa. San Miguel de Allende fue seguido de Cancún, y luego vinieron dos fines de semana seguidos en Buenos Aires por viaje de trabajo... Fue lindo por fin volver a casa, ir al cine,  al gimnasio, a los paseos por la comer y las vueltas por polanco.
Y tras la ausencia de video varias semanas, también fue lindo volver al horno, volver a grabar, y qué mejor forma que volver, que volviendo a la esencia, con cookies con chips de chocolate y pistachos.
No se por qué todavía no había vuelto a hacer Cookies desde aquellas primeras Cookies en Altura. Será que estábamos demasiado distraídos tratando de ocupar las ornallas con recetas simples que pudiesen ser replicadas por los seguidores menos dulceros del blog, o porque parecían más estéticos los fuegos que el cable de la minipymer a cuadro, o porque extrañaba mi Kitchen Aid que todavía me sigue esperando en Buenos Aires. Pero acá estamos de nuevo, a puro cookies. Y salieron riquísimas!


Chocolate Chip Cookies con Pistachos
(rinde aprox. 2 docenas de cookies) 
Ingredientes
-100 gr de manteca
-150 grs de azúcar rubia
-1 huevo
-1 cdita de vainilla
-1 cdita de canela
-170 grs de harina 0000
-1 cdita de polvo de hornear
-1/2 taza de chocolate amargo
-1/2 taza de pistachos

Preparación
-Batir la manteca y el azúcar durante unos minutos hasta que quede bien lisita y homogénea.
-Agregar el huevo, la esencia de vainilla y la canela. Batir hasta que quede todo bien incorporado.
-Mezclar la cda de polvo de hornear con la harina 0000. Tamizar y agregar a la mezcla anterior.
-Unir todos los ingredientes hasta que no quede nada de harina visible.
-Agregar el chocolate y los pistachos.
-Colocar cucharadas de la mezcla sobre una placa enmantecada y enharinada o sobre papel manteca.
-Llevar a un horno a 170 C durante 20 minutos o hasta que empiecen a tomar color los boredes.




Es domingo de nuevo, y me acabo de dar cuenta de que hace 4 fines de semana que no tenía un fin de semana en casa. Tras la escapada a San Miguel de Allende y el fin de semana de descanso en Cancún, pasé los siguientes dos en Buenos Aires por viaje de trabajo. 
Y desde Buenos Aires no me reporté porque no paré un segundo, y en el medio me tuve que ir a Brasil por unos días, pero por suerte pude aprovechar el poco tiempo libre para ver a muchos... Fue una visita breve pero feliz, con frío, asados familiares por el cumple del papo, charlas y cinema con hermanos, vino con amigas, compra de peso valijero en forma de libros, y mucho, mucho trabajo. Gracias a dios, la próxima vez que estemos por Buenos Aires, vamos a estar de vacaciones así que seguramente tengamos la agenda un poco más flexible para poder hacer más planes, ver a todos y descansar un poco, también.

El regreso a casa fue seguido de una semana llena de compromisos y entregas, con deadlines, pilas de pendientes laborales, y la semana se pasó volando. Y llegó por fin el fin de semana, que fue aprovechar para desacelerar...  ir al cine, comer rico, pasear y disfrutar. 
Volvimos al cine a ver películas de niños en pantalla de mil pulgadas y en sillones platino pero siempre con balde de palomitas.
Salimos a desayunar como gordos -quién dijo que los argentinos no comemos frijoles y huevos en salsa picante para arrancar el día?-. Durante mi ausencia Pablo descubrió un lugar muy bonito y concurrido cerca de casa, donde sirven desayunos Mexa style: Huevos Rancheros, Molletes, Omelettes y Chilaquiles, así que tras un desayuno preliminar ligerito en casa, salimos a desayunar como mexicanos, huevos con ejotes, frijoles y salsa picante, y molletes con tres quesos... digamos un desayuno potente, que nos sirvió de desayuno y hasta almuerzo,... no volvimos a comer hasta que salieron las cookies del horno por la tarde. 
También volvimos a la Comer -mi supermercado amado-, a caminar por Polanco y a los fuegos, a Cookie Sundays y a los videos... No se pierdan el último video, donde pueden aprender mis secretos para hacer chocolate chip cookies con psitachos. Ya está online en YouTube, acá

El sábado también fue empezar a decidir qué íbamos a hacer con el departamento, si renovar o no renovar (porque alquiler se vence a mitad de Agosto, momento en el que Pablo cumple un año en México. si.... YA). Así que estuvimos explorando la zona virtual y físicamente, y vimos varios departamentos vecinos. Alguno nos gustó, así que estamos evaluando, y seguiremos explorando metros cúbicos para ver qué hacemos. Hoy tenemos cita inmobiliaria a las 10.30 y creo que aunque después decidamos mudarnos o no, creo que es divertido ir a explorar departamentos e imaginarte lo que harías con los espacios. Es volver a estar buscando casa otra vez. Lo cierto es que el departamento donde estamos hoy, es lindo, es muy cómodo, pero tiene dos temitas que sería bueno cambiar, uno es el espacio de guardado, seguir teniendo que esconder las maletas, guardando la pastalinda en una valija, o usando la parte de arriba de la heladera como alacena, es un poco molesto... El otro es que tenemos un solo cuarto, y está bien para nosotros, pero para recibir visitas no es lo más feliz. Y después está el tema burocrático, que porque cambiamos el garante hay que hacer contrato nuevo y se quedan el depósito por 60 días y hay que hacer un depósito nuevo para el contrato nuevo... y bueno, en fin, vale la pena saber qué otras opciones tenemos.  
Hoy, domingo, nos toca gimnasio y amasado de pastas caseras para recibir amigos para almorzar, y seguramente acompañemos con vino, siesta, y una tarde lluviosa de lectura en el sillón sin ganas de que se termine el fin de semana y sea lunes de nuevo.

Volvimos a volver, así que nos vemos la semana que viene, a la misma hora y en el mismo canal. Que tengan una linda semana. Besos y abrazos múltiples! 




-Y si hacemos fajitas de carne?
-No, fajitas con niños no, es un enchastre. Bondiola braseada?
-Ah, puede andar. Como la servís? En sandwich?
-Puede ser sandwich de carne mechada...
-Perfecto! Con qué pan? pita?
-Pita, o pancitos caseros para los sambuchitos?


Esos pequeños debates culinarios, son de los momentos más preciados de mi día a día... pensar qué cocinar, ir al supermercado, armar la mise en place con una copa de vino en mano, y música de fondo... Tener gente a cenar da un empujoncito extra de querer hacer algo más especial. Y para mí, hay pocas cosas que muestren más dedicación que el pan (casero). Pero, también me pasa que la panificación, a veces me da un poco de vértigo. El pan es una cosa bastante temperamental, que a veces sale increíble, y otras veces es increíble que me anime a decir que estudié cocina con los resultados que obtengo -menos que impresionantes-. Últimamente así ando con todo, no sólo en la cocina; un poco errática, temperamental, con grandes aciertos y grandes fracasos. Por suerte, ayer mi amasado tímido me hizo quedar muy bien a la hora de la cena. Los pancitos, y los sambuchitos, fueron un éxito! 

Pancitos para sandwich

Ingredientes
-2 cucharadas de levadura instantánea
-400 grs de harina 0000
-1 taza de agua tibia
-1/3 de taza de aceite
-1/4 taza de azucar
-1 huevo
-1 cda de sal.

Preparación
  1. En un bowl, disolvé la levadura con agua tibia. Agrega el aceite y el azúcar y dejálo por 5 minutos.
  2. A los 5 minutos deberias ver como empieza a reaccionar la levadura haciendo burbujas y aumentando volumen. Agrega el huevo, sal y suficiente harina para empezar a formar la masa.
  3. Lleva la masa a la mesada y amasá durante varios minutos hasta que se forme una masa suave y elástica. Dividí la masa en 18, dales forma y colocalos en una placa con aceite. 
  4. Tapa y dejá descansar la masa durante 15 minutos. Llevalos a un horno a 220C por 8 a 12 minutos.

Cocinar, para mí, no es solo pasarse horas en la cocina para preparar una receta compleja, super técnica con miles de pasos e ingredientes extravagantes. Para mi, cocinar, tiene que ver con pensar en cómo combinar ingredientes para crear sabores nuevos, usar los productos como si fuesen colores para pintar un canvas blanco. A veces es cortar, hervir, mezclar, hornear y pasar por distintos procesos, y a veces es simplemente abrir la heladera, ver qué tenemos y pensar en cómo combinar esos ingredientes en un armado rápido, fácil y rico.
México es la cuna de la palta, o el aguacate; y entonces, por supuesto, aguacate para todo. En un sandwich, la ensalada, hasta en la sopa (de tortilla) o con un pescado a la plancha, y entonces por que no en crostini con elote y tomate?
El crostini, creo ya lo dije más de una vez, es el comodín ideal para improvisar si tenés amigos en casa y no sabés qué poner mientras llega gente, o no tenés ganas de preparar nada muy rebuscado; pero también es un aliado para hacer que tu almuerzo de sopa o ensalada sea un poco más atractivo... una solución practica, rica y super facil; sólo necesitás un pan que esté pasando a mejor vida, una palta en su punto justo, un chorrito de aceite de oliva, sal, pimienta, limón (porque si, limon a todo, siempre) y unos granos de elote y rodajas finísimas de tomate cherry, con unas hojitas de albahaca, espinada o perejil fresco, y tenés una entrada en dos minutos y medio.

Crostini de aguacate con elote y tomate

Ingredientes
-1/2 aguacate
-1/3 de baguette
-1 puñado de elote
-4 o 5 tomates cherry en rodajas finas
-hojitas de perejil, espinaca o albahaca
-sal, pimienta, unas gotitas de tabasco (opcional)

Preparación
-Cortar el pan en rodajas y tostar.
-Pisar la palta con un tenedor, sazonar con sal, pimienta, limon y una gotita de tabasco y colocarlo sobre el pan tostado
-Agregar tomate en rodajas finísimas, unos granos de elote y las hojas verdes cortadas en chiffonade.
-Moler pimienta por encima, y listo!

Esto no va más. Hace no recuerdo cuánto que no tenemos nada dulce por acá, y al final, este blog se llama Cookie Sundays, y no debería menos que cumplir, si no es con cookies, al menos con la idea de que se van a ver cosas indulgentes, con chocolate o al menos sobredosis de azúcar. Hoy vuelven los dulces. Y ojo, que no es que no se haya estado comiendo dulce en esta casa. Es que hace semanas que me estoy dedicando a vaciar la inmensa cantidad de chocolates y porquerías que tenemos en las alacenas y porque desde que descubrí que a pesar de no poder pedir helado a una heladería decente, sí puedo tener un repositorio de mini magnum con chocolate y almendras en el freezer, siento menos necesidad de compensar comiendo cookies y tortas los fines de semana, mi sweet tooth anda contento. También es cierto que como no llevo mis creaciones culinarias a la oficina, la idea de sumar al ya existente batallón de dulcecitos que se alojan en la alacena, una lata llena de cookies, o tener que reordenar el freezer (que ya es chico y está demasiado lleno) para poder hacer entrar la torta... me estaría dando fiaca. Los crostinis, la sopa, las tartas y las ensaladas, desaparecen sin dejar rastros. Pero ya basta de tanta sanidad, que hay que mimarse con algo rico y extra gordo cada tanto, no?
Creo que ya les conté sobre mi adicción a Costco, verdad? Que es algo así como el paraíso del adicto al supermercado? El problema, es que como en Costco todo bien en tamaño XXL (cuando es chico), las frutas, verduras y algunos otros ingredientes que no permanecen en alacena y tampoco van al freezer, deben ser consumidos de manera rápida. Así, una semana nos la pasamos comiendo ensaladas que si o si contienen espinacas frescas y en el desayuno DEBE de aparecer alguna frutilla o frutos rojos. Por suerte, a diferencia de las hojas verdes, los frutos rojos se congelan bastante bien, y parte de las frambuesas, arándanos y frutillas a las que no me resisto estando ahí, han pasado a esperar ser licuados o postres sentaditos prolijamente en sus ziplocks. Hoy, pensando en qué podía hacer para cumplir con ustedes y conmigo, abrí el freezer y ahi estaban mis frambuesas y moras congeladas. Y por qué no meterlas en unos cuadrados de frutos rojos?


Cuadrados de frambuesas y moras

Ingredientes
-80 grs de manteca
-110 gr de azúcar
-2 huevos
-1 taza de harina 0000
-1 cda de polvo de hornear
-4 o 5 cdas de jugo de naranja
-Ralladura de una naranja
-180cm3 de leche condensada
-Media taza de frambuesas y moras congeladas.


Preparación:
-Batir la manteca con el azúcar y la ralladura de naranja
-Incorporar los huevos, de a uno, batiendo hasta conseguir una mezcla bien lisa, agregar el jugo de naranja
-Agregar harina y polvo de hornear (previamente tamizados) de a poco para evitar que se formen grumos
-Por ultimo mezclar la leche condensada (debería quedar una masa pegajosa como para manejar con cuchara)
-Agregar los frutos rojos congelados y colocar la mezcla en un molde previamente enmantecado
-Llevar a horno a 180C durante 20 a 25 min.
-Dejar enfriar y luego espolvorear con azúcar impalpable.











El viernes a la mañana estábamos en la oficina, el viernes a la tarde mojando los pies en el caribe. Eso, mis amigos, no tiene precio.
Ya es domingo; son las 8 de la mañana y nos estamos acomodando en las reposeras y nuestra sombrilla personal. Se escucha el vaivén de las olas, el cantar de los pajaros, el silencio matutino del paraíso. El agua es turquesa, la arena blanca y suave, el mar calmo te invita a hacer la plancha en la pileta gigante de agua salada. Es un despertar de película.
En realidad tanto ayer como hoy, amanecimos cerca de las 6 junto al sol naciente, para ver el amanecer desde nuestro balcón y a las 7 ya estábamos desayunando en la terraza mirando los barquitos sobre el agua y algún valiente nadador...
Un fin de semana todo incluido, con horarios de jubilados y descanso merecido. Con desayunos riquísimos y cenas mediocres pero sonrisa de oreja a oreja todo el fin de semana.

El fin de semana que viene ya estoy en Buenos Aires. Les mando fotos, besos, abrazos, y los dejo porque me voy a flotar en el mar caribeño.




Durante la semana de Navidad del año pasado (cómo puede ser que ya hayan pasado más de cinco meses de eso?), mientras estábamos en Canadá, en el mercadito de Jean Talón, me había tentado con la idea de hacer mi propio extracto de vainilla. Durante el recorrido por la feria, nos topamos con un puesto de condimentos y especies del mundo, donde vendían una botellita que venía con distintos tipos de chauchas de vainilla y las insutrcciones correspondientes para hacer con ellas un prometedor extracto de vainilla casero. Cómo resistirse antes las ganas? Compré, traje de contrabando en la mochila, guardé, preparé y ya pasaron los tres o cuatro meses que necesita de reposo el experimento para ver si sale o no sale el extracto de vainilla. Sale? Claro que sí, y como no puedo con mis ganas de probar vueltas nuevas, además del extracto decidí  hacer sal y azúcar avainilladas para tener en la cocina. Nivel de complejidad, CERO, nivel de satifcacción (si tenés la paciencia adecuada para ver los frutos o resultados en un par de meses...) 100%, un éxito.
Por supuesto que no necesitan irse hasta Canadá para poder probarlo ustedes también en casa. Lo único que van a requerir es un frasco de vidrio, unas chauchas de vainilla, y alcohol (que puede ser ron, whisky o vodka). Si además también les gustaría hacer sal o azúcar avainillada, tengan a mano un frasquito de vidrio (de alguna mermelada que se terminó, por ejemplo) y la sal, y el azúcar, por supuesto.

Extracto de vainilla casero
Ingredientes
-4 o 5 chauchas de vainilla
-1 botellita de vidrio de 350 ml
-300 ml de tu ron o whisky
-paciencia.

Preparación
-abrir las chauchas de vainilla, y colocar las semillas y las chauchas en el frasco de vidrio.
-agregar 300 ml de ron o whisky, tapar bien y guardar en un lugar oscuro y fresco.
-necesitas alrededor de 3 o 4 meses para que se termine de desarrollar el extracto. Cada tanto (1 vez por semana o cada dos semanas), sacudi un poco el frasco para remover los sedimentos y que continúe su proceso.
-al cabo de unos meses, vas a tener el mejor extracto de vainilla que hayas probado. Lo bueno? es que sí, se toma su tiempo, pero tiene amplia capacidad de guarda, y después de probarlo no vas a querer volver a comprar un extracto de vainilla en ninguna otra parte.

Para el azúcar o la sal avainillada 
-Simplemente cortá una chaucha de vainilla por la mitad, abrila y separá las semillas. Colocá semillas y chaucha en un frasco de vidrio, y agregá sal o vainilla. Guardá donde siempre, y al cabo de una o dos semanas, la sal o el azúcar van a tomar un aroma y tinte de sabor avainillado que va a ir bien con cualquiera de tus comidas.


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