#Mexiweekly 28 - México es mil ciudades en una

#Mexiweekly 28 - México es mil ciudades en una

Es domingo por la mañana y como ya es costumbre, desayuno con ustedes... Y qué les cuento hoy? Los beneficios y no, de tener auto... 

Lo bueno de no tener auto, es que no estás expuesto al tránsito Mexicano, ni a sus conductores, que deben encontrarse entre los más desprolijos del mundo. Y no son sólo los conductores el problema, por supuesto; aunque deben de sumar al menos el 50% de la culpa... el sólo hecho de que puedas ir y sacar un registro de conducir en el supermercado, ya dice bastante.  Sumen a eso que la planificación de las autopistas, es un descontrol, en el DF las rotondas podés agarrarla para ambas manos (es dificil de explicar sin un planito), las salidas y entradas no están señalizadas hasta 50 metros antes de la salida (un poco dificil para cambiarte de carril) y ni hablar de que las salidas en sí son un desastre. Dicen que si podés manejar en el DF, podés manejar casi en cualquier lado. Aunque no creo que aplique para Delhi... Lo cierto es que durante la semana realmente no necesitamos auto. Vamos caminando a la oficina, y estamos a un taxi corto de cientos de restaurantes, cines, barcitos y lugares a donde ir para cortar la rutina.

Lo GENIAL de que te preseten un auto el fin de semana, es que te invita a conocer otras ciudades dentro de la ciudad. Creo que lo dije alguna vez, vivimos en un pequeño tupper dentro de una inmensa ciudad. Polanco, La Roma, La Condesa, Lomas de Chapultepec, juntos no deben conforman ni un 20% del Distrito? Cuestión que el fin de semana, nos prestaron un auto. Bah, una camioneta de la oficina de Pablo, y salimos a explorar. Y confirmamos que Mexico City es mil ciudades en una. Nuestro paseo sabatino fue un mix entre lo más antiguo y lo más nuevo de la ciudad. 
A la mañana estuvimos por San Angel, al sur de la ciudad, una colonia famosa por su historia, monumentos y arquitectura típica mexicana. Tenanitla fue su nombre prehispánico y significaba “lugar amurallado”, porque estaba protegido por el pedregal, barrera natural de roca volcánica. Era el lugar donde la gente pudiente tenia sus chacras. Actualmente alberga uno de los mercados de arte popular más grandes del país, así como un gran cantidad de galerías de arte.
Los rasgos principales de esta zona son sus monumentos, calles angostas y empedradas, las casas coloniales, las iglesias y galerías de arte. Salvando las distancias, las plazas con los pintores, las galerias, las callecitas angostas y serpenteadas con piedra, tienen alguna similitud con Montmartre en Paris. Fuimos al Mercado de Flores (notaron alguna vez lo fresco que siempre están los mercados de flores?), miramos cuadros en las plazas, almorzamos en el Mercado del Carmen (una gran casona de estilo colonial que fue completamente renovada y convertida en una espacio gastronómico lleno de mini puestos de productores locales, y un hermoso patio central rodeado de stands culinarios) y paseamos por las callecitas cortadas entre las grandes casas de la zona. 
A la tarde, después del paseo artístico, nos perdimos en el periferico y encaramos para Santa Fe (lo más nuevito de la ciudad), donde está el shopping más grande del DF.  Realmente da la sensación de haberse tomado un avión o un viaje en el tiempo. Es OTRA cosa. Edificios altos, modernidad. Un contraste gigantesco. Fuimos al Centro Santa Fe, un mall gigante que de tan grande que es hasta tiene una pista de patinaje sobre hielo. Qué cosa que no me gusta, el shopping. O este tipo de shopping monstruoso, gigante, con luz tenue y ruido a shopping. Cuando volvimos de la playa les comenté que el olor de Hawaian Tropic debe de ser uno de los mejores del mundo, se acuerdo? De manera proporcionalmente inversa, el ruido constante del shopping debe de ser uno e los más feos. Paseamos un rato, y emprendimos el regreso a casa. 

Hoy nos aventuramos todavía más lejos de la rutina, y nos vamos hacia las afueras, al Parque Nacional de Lagunas de Zempoala (en idioma náhuatl: veinte lagunas o muchas lagunas). Un lugar que promete verde, agua y tranquilidad. Ya les contaremos cómo nos va. 

En el resto de las cosas, andamos bien. La casa bien, las gatas peludas como siempre, el calor primaveral agobiante, las época de lluvia firme... El viaje a Buenos Aires finalmente se postergó hasta Junio por cambios de prioridades laborales, fui promovida a directora de contenidos de House of Chef (lo que no significa nada porque todavia el producto no está listo, y el lanzamiento oficial no será hasta dentro de un par de meses, lo mismo que el retorno económico...). Cookie Sundays sigue viento en popa y esta semana les enseño a hacer Granola en casa, acá.

Sin más, les mando besos, abrazos, y será hasta la próxima edición. 









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