La ciudad de Dios; la ciudad maravillosa; la sensualidad de las playas de Copacabana y la Garota de Ipanema; el hogar de una de las 7 maravillas del mundo moderno…Rio de Janeiro es todo eso y mucho mas.
Fue la capital del imperio de Brasil luego de la independencia de Portugal y hasta el nacimiento de Brasilia en 1960; hoy, Río, sin ser capital, sigue siendo uno de los principales centros económicos, de recursos culturales y financieros del país, internacionalmente conocida por sus paisajes e iconos culturales. La cidade maravilhosa es un destino para ir a descansar la cabeza, para disfrutar y dejarse llevar por el aire de mar. Una escapadita de pocos días puede ser suficiente para revolver renovados a casa.
A continuación, un itinerario de 3 dias en Rio de Janeiro para disfrutar de algunas de esas cosas que ofrece la ciudad.
Dia 1… Las Praias de Rio de Janeiro + Lagoa
No hay mejor bienvenida a la ciudad de Rio de Janeiro como ir a caminar descalzos por la arena. Sentir el viento en la cara, mojar los pies en el agua cristalina. Una linda manera de recorrer las playas de Rio es alquilando bicicletas y hacer uso de la bici-senda que recorre gran parte de la bahia.
-Barra de Tijuca: son cerca de 18km de playa, de aguas limpias color esmeralda. Debido a la gran presencia de olas, es la playa que más buscan los que practican surf, bodyboard o windsurf.
-Leblon: al sur de la ciudad, en el barrio de Leblon, una playa bastante tranquila, de arena casi blanca y agua turquesa. Es una playa cortita (tan solo de 1.3 km), pero es una de las más famosas de la ciudad (y una de las mas lindas).
-Ipanema: Podría decirse que es una de las playas (si no “LA”) más famosas del mundo; hogar del famoso bar Garota de Ipanema. Es una playa de la juventud, un punto de encuentro para los jóvenes. El puesto 9 es especialmente conocido como el posto donde se fuma maconha (marihuana).
-Copacabana: Puede que hoy ya no sea la playa del ensueño donde las garotas se pasean con bikinis diminutas, pero sigue siendo uno de los puntos turísticos más famosos de Rio. La playa de la famosa rambla de la Avda. Atlántica, que forma un mosaico de piedras portuguesas blancas y negras que simulan olas, la de los grandes hoteles y restaurantes.
Por la tarde/noche, luego de una ducha para sacarse la arena y la sal marina… pueden dirigirse a Lagoa Rodrigo de Freitas, uno de los muchísimos espacios verdes que disfrutan los cariocas. La laguna mide uno 9.5 km, y alrededor de la laguna se extiende el Parque Tom Jobim con una hermosa vista a los largo de sus 7,5 kilómetros de extensión. Durante el día, es ideal para un picnic, salir a correr o sentarse a ver gente pasar. De noche, hay restaurantes y bares muy animados. La laguna es particularmente famosa porque hacia fin de año, se dispone en medio de la laguna, el árbol de Navidad flotante más grande del mundo. Gente de toda la ciudad se acerca de noche para verlo iluminado.
Dia 2… Tour de la ciudad
Luego de un día de playa, es hora de visitar los puntos emblemáticos de la ciudad. Arranquen temprano y preparen los pies para caminar. Por la mañana, ni el viajero más despistado puede ignorar al Cristo Redentor, el cristo más alto del mundo, que se alza en la cima del morro del Corcovado. En 2007, fue proclamado una de las 7 maravillas del mundo moderno, y uno de los iconos más conocidos de laCidade Maravilhosa. Desde lo alto, se admira esta estatua de mármol macizo de 38m de altura, que pesa alrededor de 1.100 toneladas. Ubicado a más de 700 metros del nivel del mar, se aprecian vistas panorámicas de la ciudad.
Luego de sacarse fotos con el cristo, diríjanse al Sambódromo, el hogar de los grandes desfiles del carnaval. Durante gran parte del año el sambódromo se encuentra en estado durmiente, pero al pararse admirando los arcos de Oscar Niemeyer (que simulan la cola de una mujer), uno puede imaginarse el despliegue de colores y disfraces que ocurren durante el carnaval de Rio. Luego del Sambódromo seguramente tengan algo de hambre, hora de ir hacia la zona de Leblon, para comer en alguno de los animados restaurantes. Si no les duele la billetera, recomiendo que prueben el restaurante Zaza, donde se dicen sirven algunos de los mejores platos cariocas.
Con el estómago lleno y el corazón contento, diríjanse a las escaleras de Selaron en Lapa. Se dice que son las escaleras más originales del mundo; 215 escalones vestidos con mosaicos de todo el mundo. Las escaleras son obras del artista chileno Selaron, concebida en el año 1990, como tributo a la hospitalidad deBrasil. Primero la escalera fue verde, amarilla y azul, en homenaje a Brasil, luego, cada año el artista fue agregando nuevos diseños y mosaicos, vistiendo los 125 metros de altura con piezas de todo el mundo. Si tienen algo de suerte, podrán cruzarse con el artista Chileno, que suele pasearse por allí durante la tarde (cuando no esta durmiendo la siesta).
Hacia el atardecer, suban al Pan de Azúcar, en el barrio de Urca, dos morros bautizados por los conquistadores portugueses, que ofrecen vistas increíbles de la ciudad. Para subir al morro, se utiliza el bondinho, un teleférico que también es uno de los íconos de la ciudad y funciona ininterrumpidamente desde el 27 de octubre de 1912. El teleférico pasa cada veinte minutos y el costo del pasaje es de R$53 por persona.
Por la noche, pueden ir a disfrutar de la vida nocturna de Río de Janeiro en los restaurantes de Ipanema o los Bares de Lapa. Vayan a ver danzar Samba o Funk en una fiesta en la favela, o siéntense a disfrutar de la brisa marina en un bar junto a la praia.
Día 3 Centro financiero, Estadio del Maracaná y Santa Teresa.
Empiecen el día en Santa Teresa, el barrio de los artistas. Un barrio en la cima de un morro, de estilo colonial (algunos han dicho que es el Montmartre de Río), con muchas tiendas de artesanos, bares y restaurantes. Visitar Santa Teresa es casi un viaje por el túnel del tiempo: el barrio muestra el perfil colonial de Rio de Janeiro, con casas antiguas, pintadas de blanco, amarillo o celeste. También están el museo Chácara do Céu y el Parque das Ruinas, un antiguo caserón que desde su mirador ofrece otra de las vistas panorámicas memorables de Rio. Se dice que en el Bar do Mineiro de Santa Teresa se sirve la mejor Feijoada (típico plato brasileño) de la ciudad. El barrio tiene como ícono distintivo el bondinho (el último tren eléctrico que circulaba en todo Brasil). Hoy el tan famoso trencito que recorre las calles de Santa Teresa cruzando por los Arcos de Lapa (antiguo acueducto carioca), se encuentra clausurado (luego de un accidente), pero se espera poder re-inaugurarlo durante el 2014.
Luego de comprar souvenirs y comer a lo carioca, visiten el centro financiero de Rio de Janeiro, que reúne buena parte del casco antiguo. En la plaza de Cinelândia están el teatro municipal, la biblioteca nacional y la Cámara Municipal, y cerca de allí podemos encontrar la siempre atestada avenida Rio Branco, el Museo Nacional de Bellas Artes, el Paço Imperial, el Palacio Tiradentes y la Iglesia de la Candelaria.
Aprovechen que están por el centro, y pasen por la Confitería Colombo, fundada en 1894 y declarada patrimonio cultural de Rio de Janeiro. Cientos de turistas de todo el mundo visitan cada día en Colombo, un emblema delart noveau y la belle époque carioca. Espejos belgas, balcones de mármol italiano y mobiliario de jacarandá.
Para cerrar su visita, sean o no fanáticos del fútbol, no pueden dejar de ver el Estadio Maracaná. No es simplemente un estadio de futbol, si no un monumento histórico al deporte. Inaugurado en 1950, mide unos 200 mil metros cuadrados y es el estadio más grande deBrasil, (fue durante mucho tiempo también, el más grande del mundo). En 2016 Brasil será sede de los juegos olímpicos, y el Maracaná será el predio para la ceremonia de apertura.
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