¿Tenés idea cuántas porciones de comida se habrán consumido en los Juegos Olímpicos de Londres?, ¿cuánta gente se contrató para darle de comer a 25 mil atletas, 20 mil trabajadores de prensa y 10 mil asistentes diarios? Enterate de las cifras espeluznantes que hay detrás de la gastronomía olímpica. Te contamos qué se come y cuánto vale alimentarse hoy en tierras británicas. Y la insólita guerra de las papas fritas.
Todo gran evento implica gran organización, y los Juegos Olímpicos no son la excepción. Durante los 27 días que duran los juegos del 2012 en Londres, se estima que se habrán consumido más de 14 millones de porciones de comida. Sólo contando a los atletas, se habrán consumido 1,2 millones, alrededor de 65.000 porciones diarias (durante su estadía los atletas gozan de un restaurante abierto las 24 horas del día).
La comida se distribuye en 31 predios de competencia y se sirve a 160.000 trabajadores, 23.900 atletas y sus equipos, casi 21.000 personas de medios y prensa, y más de 9 mil asistentes diarios. Para darse una idea de cuánta comida es imaginen que estamos hablando aproximadamente de 25.000 panes de molde, 232 toneladas de papa, más de 100 toneladas de carne, 75 mil litros de leche, 10 mil kilogramos de huevos y más de 330 toneladas de fruta y verdura.
Además de brindar enormes cantidades de comida, Londres se propuso ofrecer un menú representativo de la riqueza culinaria de Inglaterra. Según Rosie Boycott, presidenta de la dirección gastronómica de los juegos olímpicos, no querían repetir los incidentes de Beijing. Durante los Juegos Olímpicos de 2008, la oferta gastronómica fue muy criticada: el menú de comida rápida ofrecía escorpiones fritos y tarántulas que no atraían mucho a los turistas, pero el mayor problema fue la escasez; los turistas hacían filas de dos horas para conseguir un aperitivo, la comida estaba fría, hubo grandes cantidades de desperdicios.
Tradicionalmente, se trabaja con un catering integral que se ocupa de la mayor parte de la operación gastronómica. En el caso de Londres, para evitar un fracaso culinario y en un esfuerzo por brindar comida de alta calidad, variedad y también dar oportunidad a medianos y grandes emprendedores, se contrataron más de 800 proveedores para ocuparse de las operaciones gastronómicas.
¿Y qué se come?
La comida británica es una fusión de sabores europeos y asiáticos. Sus platos más tradicionales, de raíces muy profundas, privilegian guisados, carnes con salsa y puré, pasteles a base de cordero y carne vacuna, muchas legumbres, platos de alto valor calórico para soportar el frío. La cocina india también forma parte de la cultura gastronómica de Inglaterra, y algunos de sus currys, como el “butter chicken”, pueden ser considerados platos nacionales casi tanto como los “peas and onions”. Por otro lado, es una de las culturas con mayor adopción del concepto de “fast food” en el mundo. Mucha comida de pub, como costillitas, salchichas y hamburguesas.
La intención del menú olímpico es mostrar la esencia y diversidad de la comida británica, con opciones para todos los paladares. Desde la esperada opción de “fish ‘n chips”, el tradicional “silton pie” hasta curry indio, y opciones más internacionales como el burrito de pollo, los precios para los aperitivos oscilan entre las 2 y las 3 libras, y de 6 a 9 libras para un principal (ver más abajo el menú olímpico).
Fuera del predio, los restaurantes más accesibles suelen ser los de cocina étnica (especialmente india, china y turca), que se pueden encontrar alrededor de la ciudad. Pero quienes estén ahora en Londres no habrán conocido esa ciudad si no prueban algunos de los platos tradicionales como el “mash and pie” (pastel de carne con puré de papas), “fish and chips”, “salchichas inglesas” y “apple pie” con helado.
Gana la hamburguesa
Hernán Feler, corresponsal oficial de radio Metro y Directv para los Juegos Olímpicos, cuenta que Londres no ha decepcionado. El servicio en los restaurantes de Londres olímpico es limpio, eficiente y muy satisfactorio. Hernán dice que no ha tenido que esperar mucho más de 5 minutos, hay mucha variedad, con varias opciones de comida “brit”, pero también propuestas internacionales. Quien quiere comer sano puede hacerlo, aunque confiesa que lo que más come la gente es fast food de Mc Donald’s, porque es lo más barato: una hamburguesa con queso cuesta 99 centavos de libra.
En el IBC (Centro Mundial de Prensa) hay un comedor gigante con puestos de cocina asiática, italiana, británica, vegetariana, española y más, uno pegado al otro. Es tipo sistema buffet donde cada uno va con su bandeja al “puestito” que quiere y pide lo que más le gusta. Enfrente están las heladeras con gaseosas, aguas, cervezas y vinos. Y en otras, postres y frutas. Una vez que te servís todo lo que querés, pasás por la caja y pagás. Según Hernán Feler, la comida en general es rica, sale caliente, los precios no son excesivamente altos y la calidad es buena. Un plato de pastas más una bebida y un postre ronda las 5, 6 libras.
El monopolio de las papas fritas
No hay dudas de que los Juegos Olímpicos son una gran oportunidad para que Londres muestre el esplendor de su riqueza cultural y gastronómica. Pero, ¿qué pasa cuando están en el medio los contratos con los sponsors?
Mc Donald’s, patrocinador oficial de Londres 2012, cuenta con cuatro restaurantes dentro del parque olímpico, con capacidad para servir 50.000 menús por día. El más grande ocupa casi 3 mil metros cuadrados en el parque. Es la sucursal de Mc Donald’s más grande del mundo, donde trabajan 500 empleados de todas partes del planeta. Se calcula que habrán vendido cerca de 50 mil “big macs”, 100 mil porciones de papas fritas y 30 mil “milk shakes”.
Además, detalle no menor, ha exigido como sponsor que todas las papas fritas que se venden durante los Juegos Olímpicos deben ser de Mc Donald’s. En el único caso en que otros proveedores podrían vender papas fritas es como parte del plato tradicional “fish and chips”. Por un lado, es un tanto contradictorio que el esfuerzo por promover comida sana venga asociado con grandes sumas de dinero por parte de los arcos dorados, y, por otro, Mc Donald’s no es precisamente un clásico de la comida británica.
Otro ejemplo de la negociación con los patrocinadores se ve claramente en el caso de la cerveza, en la que Heineken, por contrato, es la única marca que puede servirse en los juegos de Londres. ¿Cerveza holandesa en los juegos olímpicos en Inglaterra? Golpe duro para el orgullo británico.
El monopolio de las papas fritas ha generado mucho debate y gran cantidad de quejas. Finalmente, se ha resuelto levantar el embargo de las papas fritas (o parte del embargo, para los trabajadores). La medida se ha mantenido en algunas áreas del parque olímpico, y los espectadores que quieren comer papas fritas sin tener que acompañarlas con pescado frito, no tienen otra opción que consumir las de Mc Donald’s.
Datos curiosos
Se estima que Londres invirtió cerca de 900 millones de euros en la preparación de los Juegos Olímpicos. Algunos detalles sobre dónde fue a parar ese dinero:
- Se construyó la villa olímpica en el antiguo barrio Stratford, que cuenta con más de 17 mil camas, donde se alojan los atletas y funcionarios acreditados.
- Se llevó a cabo la “orbit tower”, obra del ingeniero Cecil Balmond y el artista Anish Kapoo, una torre de 115 metros de altura al lado del nuevo estadio olímpico, desde donde se puede apreciar una increíble vista panorámica de la ciudad.
- La compañía Green Tomato Cars, una de las mayores compañías de taxis londinenses, invirtió grandes sumas de dinero para poder ofrecer a sus pasajeros conexión wifi gratis en sus 300 vehículos. La contraseña: “ilovefreewifi”.
- Además de fuerzas especiales de seguridad, se instalaron misiles antiaéreos para evitar ataques terroristas.
Por último: el menú olímpico
Aquí va un ejemplo de la comida ofrecida durante los juegos olímpicos:
- Avena con leche y jarabe: £2.20 ($15).
- Scons con manteca. £2.10 ($14.90).
- Palitos de pepino y zanahoria con hummus: £2.50 ($17.75).
- Alitas de pollo: £3.50 ($24.85).
- Sándwich de queso y chutney de manzana: £3.80 ($27).
- Pollo a las hierbas con papa rellena y ensalada de rúcula: £5.80 ($42).
- Ensalada de atún y batatas: £5.90 ($44).
- Cerdo horneado, con pan y ensalada: £6.50 ($46).
- Burrito de pollo: £6.50 ($46).
- Pasta (penne) con salsa de pollo y hongos: £6.50 ($46).
- Pizza a la piedra con peperoni, albahaca y orégano: £7.50 ($53.25).
- Tradicional pastel de carne (“stilton pie”) con puré de papas y salsa: £8.00 ($57).
- Pescado frito con papas fritas: desde £8 ($57).
- Wok de fideos con langostinos, pollo o cerdo en salsa hoisin: £8.50 ($60).
- Guiso de cordero con arroz pilaf o arroz con azafrán: £8.50 ($60).
Bebidas:
- Agua mineral: £1.60 ($11.36).
- Té: £2.00 ($14).
- Café: desde £2.60 ($18.45).
- Cocacola de 500 ml.: £2.30 ($18).
- Porrón de 330ml Heineken – £4.20 ($29.80)
- Copa de vino: £4.80 ($34).
Una nota para Oleo Dixit
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