#MexiWeekly 03 - Corre, pinche gringo! (dos orejas y un toro)

#MexiWeekly 03 - Corre, pinche gringo! (dos orejas y un toro)

Me senté a escribir la tercera edición del MexiWeekly pensando que no tenía tanto para contar. Me equivoqué, está medio largo, pero espero entretenido! Va... 

Somos turistas de fin de semana. Sábado fuimos a pasear por Coyoacan, nos tomamos el metro versión vieja y versión nueva (la nueva línea está más que bien! la línea vieja es feucha y hace un calor tremendo bajo tierra. Pablo tuvo un muy buen punto de que se debería minimizar transitar bajo tierra en una ciudad donde hay terremotos!). 
Estuvimos por el botánico (que está lleno de ardillas, y las ardillas en el De Efe vienen en dos colores, normales y negritas).
Comimos tostadas en el mercado de Coyoacán, compré frutos secos, y de regreso pasamos por Bed Bath & Beyond y compramos algunas pavadas para la casa y dos no pavadas: banquetas para la barra. Ya podemos sentarnos a comer y no estar apoyando los platos sobre una caja de cartón comiendo en el sillón (aunque a veces comemos mirando tele y la caja fiel sigue siendo mesa y escondite de las gatas). 

El Domingo: salió primera edición de Cookie Sundays en altura! Primer post mexicano. Me ahorro volver a contar lo mismo porque está todo en otro post, pero si quieren leer sobre cookies, hornos y adaptaciones de recetas para altura, acá está el link: http://www.cookiesundays.com/2014/11/cookies-en-altura-mexibaking-1.html 

También domingo, fuimos a comer con amigos a Pinche Gringo, una especie de restaurante/motor-home pseudo fast food donde el menú es basicamente elegir entre costillitas de cerdo barbacoa, brisket, pulled pork o salchicas; va en sandwich o al plato, elegís como acompañamiento ensalada de papa, mac n cheese, colewslaw o frijoles refritos. Hay gaseosa o cervezas; las porciones son obscenas, pero qué rico estaba todo! Muy de domingo, bien bien gordo (hay fotos). Parece una pavada para contarles, pero la mención vale la pena para también agregar de que hay cientos y cientos de lugares lindísimos para conocer y probar (gastronómicamente hablando). Estamos en proceso de armar una lista.

Domingo a la tarde, fuimos a la Plaza de Toros a ver las corridas: 
Había 3 toreros, y a cada uno le tocan 2 toros, que van de menos bravo a más bravo. 
Toro 1, torero 1, toro 2, torero 2, toro 3 torero 3, toro 4, torero 1, y así.... 
Las corridas tienen 3 etapas, cada etapa va debilitando al toro hasta que lo matan. Primero lo dejan correr un poco y lo van tanteando. Sale un hombre a caballo a "picarlo", el caballo sirve porque el todo lo embiste (el caballo tiene protección, no lo lastima, y además tiene los ojos tapados para que no vea al toro). Después salen los banderillas, que tienen que clavarle unas banderillas sobre el lomo del toro... después viene el toreo propiamente dicho, los oles, la capa roja y todo eso. Por último el torero tiene que clavarle una espada al animal, que luego se desploma casi de inmediato. Cuando el torero lo hace muy bien, le regalan una oreja del toro. cuando más que bien, las dos orejas, y cuando es un éxito total, le regalan las dos orejas y al rabo del toro. Cuando el toro es un muy buen animal, los jueces pueden pedir un reconocimiento al toro, haciendo que se lo arrastre despacio cuando lo sacan de la arena. 
Durante la primer toreada sufrí, me quería ir. Me parecía demasiado cruel, no quería mirar. no podía creer que el espectáculo fuese ir desangrando al animal y boludearlo mientras se va muriendo. Cuando murió el primero todo estaba más que lista para irme. Con las siguientes toreadas empecé a mirar otras cosas, sentír el ambiente, entender los códigos... Por ejemplo, la gente silba para mostrar disgusto, y según nos contó un grupo que estaba sentado al lado (abuelo, padre e hijo que claramente eran habitués) antes de que piquen al toro, pueden salvarlo. El 4to toro que salió, aparentemente "estaba chiquito y no era suficientmente bravo" y la gente trató de salvarlo (silbidos x1000, y no entendíamos bien qué pasaba). Al final no lo salvaron, pero entendimos algo nuevo. 
Cuando habían pasado los 6 toros, pensamos que había terminado, y enfilamos para irnos, pero la gente no se movía. Uno de los locales nos dice que no ha terminado todavía... que como algunos toros no estaban suficientmente bravos, la gente considera que no fue suficiente espectáculo, reclama, y los toreros regalan dos toros. No se si volvería, pero como experiencia, estuvo bien. 
 
Ya por la tercer semana, empezamos a armar algunas rutinas: Voy y vuelvo de la oficina caminando casi todos los días (digo casí porque a veces a la vuelta hacemos cine o alguna actividad que luego requiere taxi porque de noche no se camina). Está buenísimo porque voy escuchando música o Joy The Baker, no me estreso por el tránsito, hago ejercicio (camino entre 5 y 8km a diario) y tengo un poco de aire libre que ayuda contra el encierro de estar todo el día metida en una oficina oficina (a lo que no estoy super acostumbrada). Casi todos los días paso por Costco o Chedraui camino a casa. Creo que tengo un problema de adicción al supermercado. 
Los martes vamos al cine. Cenamos pochoclo, nachos y gaseosas versión gigante (altamente nutritivo). Éste martes vimos última de Nolan (Interstellar), muy buena; aunque últimamente me pasa con todas las películas, que siento que les sobran finales. La semana pasada con John Wick me pasó de decir "acá, acá terminaría bien" y que siguiera como 2 o 3 finales posibles innecesarios, sobre información o tratar de cerrar cosas que no suman, y la cagan. Con ésta me pasó similar. No es que la cagan, pero podría terminar antes sin ningún problema. 

Supermercados y aventura culinarias:  Cosa curiosa, se consiguen tapas para hacer empanadas casi e cualquier lado, de hecho se consume bastante empanada (aunque no son iguales a las argentina); pero no encontré tapas para tarta por ninguna parte. El lunes estaba medio encaprichada que comer tarta, y tras visitar 4 supermercados, lo más parecido a masa para tarta que conseguí fue una masa de hojaldre, que no tenia aclaración de si era dulce, neutra, salada, o cómo se iba a cocinar, pero prueba y error, no? 
El relleno no tenía historia, espinaca, cebolla salteada, mezcla de queso de cabra, queso oaxaca, mozzarella y parmesano (si, el muestrario de quesos de la heladera parece una quesería, pero somos fanáticos, queso para todo!). 
A la hora de estirar la masa, se improvisó palote con una botella de Campari... parecía estar saliendo todo bien. El problema fue que para cuando puse el relleno y quise cerrar en una especie de calzone/chorizo, la masa se empezó a derretir y pegar al papel manteca sobre el que apoyé para estirar. Un enchastre, tratando de despegar, cerrar y pasar a una placa. Creo hubo más risas que frustración. No era el chorizo-tarta más atractivo del mundo, pero al horno y a cruzar los dedos. Para sorpresa, la tarta quedó buenísima (y bastante atractiva, casi un strudel). La masa era dulzona, pero quedaba muy bien con el relleno. Sobró media masa así que se probarán otros rellenos, y veremos si podemos evitar la pegatina usando un poco de harina o enfriandola bien después de estirar. 

En el top 5 de mejores cosas de vivir en Mx, está: AMAZON. Amamos amazon. (no llega cualquier cosa, pero hasta la búsqueda de qué llega y qué no, es divertida). Ya compré libros, una almohada (si, una almohada), y vienen en camino las lámparas para las mesitas de luz, y una bandeja para desayuno. 

Suficiente por hoy... me despido hasta la próxima edición. Mando besos, abrazos, y amor vía fedex. 

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