Recorridos: NOLA

Recorridos: NOLA

Qué lindo es cuando después de un día horrendo con muchos contratiempos, la noche fluye y todo sale bien. Así fue ayer; después de un día de dolor de cabeza y problemas por doquier, salimos a descubrir lugar nuevo... y qué buen descubrimiento. NOLA Buenos Aires abrió hace menos de dos meses las puertas de su GastroPub Cocina Cajún en Palermo (aunque hace ya un tiempo que Liza -la NOLA Chef- estaba conquistando los corazones de los porteños ofreciendo comida sureña a puertas cerradas). No soy fan de las mollejas, no soy fan del pollo frito, y amé NOLA. Servicio rápido, la atención super amable y los sabores muy bien logrados.



NOLA Buenos Aires 
Gorriti 4389, esq Julian Alvarez

El Lugar
Fuimos tempranito (20hrs) y ya había varios comensales devorando su pollo frito. El lugar es chiquito, tiene 3 meses, la cocina abierta detrás de una barra, y atrás un par de mesas más altas, la barra donde se hacen los pedidos, y una gran gran pizarra que anuncia el menú. 
No hay servicio de mesa, se pide en la barra, y Liza (NOLAchef) llama con un timbre tipo botones de hotel,  para avisarte que tu pedido está listo. Si no está ocupadísima ojeando el pollo de la siguiente comanda, se acerca a la mesa con tu plato y te cuenta que "cuidado con la salsa verde que pica mucho" y "ésta tiene mostaza y miel, y pica menos" y "que si quieren hay cuibiertos, pero el pollo frito se debería comer con la mano". Familiar, chiquito, minimalista. Mención especial para un lugar que sirve pollo frito y no salís con olor a comida en la ropa. Será esa campana gigante que tienen? Parece increíble, pero es cierto, lo prometo. Mi única queja (aunque no se si sea válida para un lugar que se anuncia como gastropub) es que la música estaba un poco muy fuerte.

La comida
El menú es acotado, pero para qué complicarse poniendo miles de ítems en la carta? Mucho mejor cuando hay poca variedad pero todo es bueno. 
De entrada: hay mollejitas fritas con rúcula, mayonesa casera y pickle, más dos entradas que van variando (ayer había platanos fritos con salsa de mango y maracuyá, por ejemplo).
Principal: podés elegir Pollo frito con cole slaw ($70, y si pedís con cerveza tirada, el combo sale $100),  Sandwich clásico de pollo frito, Beans&Rice, o Gumbo, que es una especie de estofado tipico cajún que viene con pollo, chorizo colorado, vegetales y una salsa bien sabrosa ($80).
Las mollejas fritas con rúcula, mayonesa casera y pickles... sin palabras. Crocante, tierna por dentro, acidéz, picante, crocante, dulzón. Lo tiene todo. Un comienzo perfecto. 
El sandwich de pollo frito es de pechuga pero sale bien teirnito y jugoso, crocante perfecto del apanado, una mayonesa casera riquísima (tan rica que pedí la receta)...es como la versión mucho más perfecta del pollo crispy de mcdonalds. 
Las salsitas para agregar tienen el picante necesario e imprescindible de la comida sureña de New Orleans. 
El pollo frito que pedimos le faltaba un minutito más de cocción, por lo que no lo terminamos, peor cuando pedimos un segundo sandwich, Liza nos pidió disculpas por el pollo y ofreció reemplazarlo. Nos negamos porque ya estabamos más que llenos, pero no conforme con no darnos nada, nos trajo una cerveza de regalo, y me anotó la receta de su mayonesa casera. 
NOLA, volveré por más. Incluso a probar el Gumbo, aunque deteste el Okra con todo mi ser.

 $$: Cash Only









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