Entrevista a Juliana Lopez May (para Oleo Dixit)

Entrevista a Juliana Lopez May (para Oleo Dixit)


Entre sus mil actividades, Juliana López May se hizo un tiempo para hablar con Guía Oleo antes de que llegue el 2013. Habló sobre su historia, su hermano cocinero, su gran maestro Francis Mallmann y el eterno viaje hacia la cocina natural. Y además contó cuál es su restaurante favorito y cómo encontró su lugar en el mundo.

Se dice inquieta, mamá, mujer, cocinera, profesora, alguien a quien le gusta estar todo el tiempo en actividad. Trabajó en tele, fue asesora de restaurantes, tuvo un restaurante propio. Hoy se dedica mucho a la familia, a dar clases, está escribiendo su tercer libro, colaborando con Nik en otro, y además a punto de lanzar una línea de papelería y una línea de conservas. Y se hizo un rato para hablar con Guía Oleo sobre éstos y tantos otros temas. Casi como cierre de un año tan productivo y con vistas a lo que vendrá.

¿QUÉ TE LLEVÓ A LA COCINA?
Muchos de los recuerdos de mi infancia son en la cocina, siempre me gustó. No es casualidad que de cuatro hermanos, dos hayamos terminado siendo cocineros profesionales. En mi casa materna el lugar era la cocina: todo pasaba por ahí. Cocinábamos mucho, nos encantaba estar ahí, mirando, probando. Era el lugar más concurrido de la casa. En algún momento mi mamá hacía tortas para vender y estábamos los cuatro dando vueltas a su alrededor, nos peleábamos para ver a quién le tocaba limpiar el batidor y el bowl. Me acuerdo de la torta de mousse de chocolate que estaba buenísima, y también una de manzana que sigue haciendo hoy, que me encanta. Mi papá y mi abuela materna también cocinaban mucho. Mi papá hacía comida medio libanesa, árabe, y nosotros lo ayudábamos a preparar los niños envueltos.
¿CÓMO TE LLEVÁS CON TUS HERMANOS? ¿TRABAJÁS CON MÁXIMO?
Tenemos una relación súper linda, somos amigos además de hermanos. De chicos éramos los cuatro muy unidos. Todos los domingos íbamos a museos, hacíamos barriletes, estábamos mucho en la calle, jugábamos al elástico con la vecina, teníamos amigos del barrio, andábamos en bicicleta. Viví toda mi vida en Florida, recién a los veintipico me mudé a Olivos, después a Punta Chica, siempre en Zona Norte. Con mi hermano Maxi nunca trabajamos juntos. Somos muy diferentes en la cocina. El es mucho más Máximo, más grande, más gente. Yo soy más intimista e inquieta. Un día quiero hacer una cosa, otro día quiero hacer otra. Me gustan las cosas que empiezan y terminan, siempre pensar en algo más. Y él nada que ver.

¿QUIÉNES FUERON TUS MAESTROS?
Sobre todo, mi mamá y Francis Mallmann. Empecé a trabajar con Francis por un conocido que me recomendó para hacer una pasantía. Trabajé durante seis años con él. Durante ese tiempo hacía lo que él hacía, y me parecía impresionante. Es muy selectivo con los productos, usa frutas y verduras de estación, prioriza la calidad ante todo. Hoy tal vez no comparto tanta carne, pero todo el resto sí. Muchas de las cosas que hoy me gustan las aprendí a su lado. Se preocupa mucho por la estética de todo lo que hay alrededor de la comida, es un creador.
¿CÓMO LLEGASTE A LA COCINA NATURAL? 
Siempre me vi más reflejada en lo que eran los productos naturales, de calidad, simples. De chica me gustaban mucho las ensaladas. También me gusta mucho la cocina italiana, los procesos cortos, trabajar con buenos ingredientes y productos de estación. Después de diez años de ser cocinera tradicional tuve una pequeña crisis, que desde lo profesional se transformó en una búsqueda. Tenía la necesidad de volver a enamorarme de la profesión. Me volví a encontrar con la profesión cuando me empecé a meter en lo que era la cocina saludable, orgánica. Fue como aprender de nuevo, y me encantó. Encontré mi lugar, me vi muy cómoda; además es como yo vivo la vida. La cocina saludable no es sólo mi carrera, es la forma de pensar en mi día a día, cómo me alimento y le doy de comer a mi familia. Encontré lo que estaba buscando.

¿CÓMO LLEGASTE AL LUGAR DONDE ESTÁS HOY?
En mi vida es todo medio natural, se fueron dando las cosas. Yo nunca me propuse ni imaginé estar en el lugar en el que estoy con la exposición que tengo. Tengo amigas que viven en México y me dicen “sos re famosa”, y la verdad es que yo vivo la vida igual que si no lo fuera. Me llamaron, me ofrecieron esto, me gustó, lo hice. Trabajé en tele, escribí un libro, di clases, después vino un segundo libro muy rápido, un contrato por un tercero, ahora estoy por sacar otro con Gaturro en noviembre. Y no es que yo digo “qué bueno sería hacer tal cosa”. Todo me va pasando sin pensar demasiado.
¿DE QUÉ SE TRATA EL LIBRO DE GATURRO? 
Es sobre comida para chicos y para grandes. La intención de Nik y mía es devolverle algo a la sociedad. La alimentación, el cuidado de los chicos según lo que comen, forma parte de una educación por la que está bueno empezar.

¿Y TU TERCER LIBRO? 
Sale en 2013. Va a estar dividido por productos, con varias recetas de cada uno. Estoy armando todo en un estudio en Tigre. Elijo peras, ciruelas o duraznos y hago varias recetas con estos productos principales. Hay invitados, se pueden ver productos y recetas de distintas épocas del año. Habla un poco de lo que me inspira y cómo me gusta cocinar y comer.

¿QUÉ TE INSPIRA? 
Siempre me guío con los productos de estación, qué es lo que hay, qué es lo que se consigue, siempre teniendo en cuenta que sean productos orgánicos y naturales. Busco en Internet, en libros y después me van saliendo cosas. Me ayuda mucho dar clases. Doy seis clases por mes y tengo la obligación de sentarme a pensar, y en el pensar recetas para dar clases de repente digo “ay, qué buena está esta receta para el libro”.
HICISTE DE TODO, ¿QUÉ TE FALTA?
(Risas)… También estoy armando una línea de papelería con Vero Pasman que se llama Gastronomía Papel. Ella es la diseñadora de todos mis libros y somos muy amigas. Estamos haciendo una línea con posavasos, fichas para recetas, blocks para notas con imanes. También estoy por desarrollar una línea de conservas con un productor en Mendoza. Creo que con esto ya estoy. La verdad es que no me falta nada. Estoy súper agradecida con lo que me tocó.

¿CÓMO EDUCÁS A TUS HIJOS CON EL TEMA DE LA COMIDA?
Primero que nada trato de educarlos a través del ejemplo. Explicarles y contarles qué es lo que es sano y qué no. Después cada uno elige. Trato de darles los parámetros, pero al mismo tiempo dejarlos ser. Me gusta que estemos sentados a la mesa, que desayunen bien, pero no les prohíbo ni los obligo ni los persigo. Si van a un cumpleaños donde hay miles de porquerías, y, bueno, mátense, después veremos… Tampoco es terrible. Me relajé un poco, tampoco puedo ir contra la corriente. Mi marido es nada que ver, y está bueno tener un equilibro entre nosotros. Que el chico después elija lo que quiera.

¿CÓMO SE CONOCIERON?
Lo conocí en Dominga, un restaurante. Estábamos los dos esperando mesa, teníamos en común al dueño del lugar. Nos contactó, cruzamos teléfonos. Me invitó a comer al Faena que recién había abierto, empezamos a salir y nunca más nos separamos. Hace ocho años que estamos juntos. Lo que más me gusta de él es que me da mucha libertad, y lo que menos me gusta es que es demasiado ordenado.

¿QUÉ DESAYUNAN?
Si tengo tiempo hacemos licuados de frutas con banana, manzana, pera, limón, mandarina, unos súper licuados. Después hacemos helado con los licuados que sobran. Yo siempre desayuno yogur con granola, tostadas, cereales. Me siento y desayuno todos los días. Quiero que en mi casa aprendan que el desayuno es muy importante.

¿COCINÁS EN TU CASA? 
No estoy cocinando siempre. Tengo chicas que trabajan que son muy buenas. Les digo “comamos esto, esto y esto”. Comemos simple, casero y rico. Sí me preocupo de que tengamos todo, que el pollo sea de campo, los huevos de granja, el aceite de oliva. Hago la compra en Jardín Orgánico, a veces en el Barrio Chino, en ferias. Todas las semanas me traen una gran canasta con pollo, huevos, frutas y verduras buenas, con eso ya estamos bien.
¿TU RESTAURANTE FAVORITO? 
Me gustan las cantinas, los restaurantes de barrio. No tengo uno que me represente del todo, pero uno que me gusta mucho es Boulevard Sáenz Peña, que es un restaurante donde trabajo. Me gusta que el lugar tenga concepto, que uno vaya a relajarse. A veces ni me importa la comida. Me gusta que sea agradable, no voy a ver qué le pusieron al plato. Voy a vivir la gastronomía desde otro lugar.

¿UN VIAJE?
El primer viaje que me impactó fue a Londres. Tenía 24 años, fui a hacer una pasantía en The River Café, un restaurante divino de cocina italiana que me abrió mucha la cabeza, fue un antes y un después en mi vida. Me gusta mucho viajar, los lugares que tienen mucha historia, los suelos que hablan por sí mismos.

¿SOS VEGETARIANA?
Mis clases de cocina son completamente vegetarianas. Yo no como cerdo ni pollo, pero no soy vegetariana. Como muy poca carne, no la necesito. Pero mis hijos sí, comen todo lo que quieren.
¿UNA RECETA RÁPIDA?
Hamburguesa de cereales con lentejas, arroz yamaní, verduras, huevo, queso y pan rallado.

UN SNACK.
Dátiles, frutos secos o un buen chocolate amargo.

UTENSILIO PREFERIDO.
Una manito y una pinza.

MÚSICA PARA COCINAR.
Mujeres solitas: Cat Power, Hope Sandoval.

ALGUIEN QUE ADMIRES FUERA DEL MUNDO CULINARIO.
Mi mamá.

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