Sabíamos que iba a ser una semana agotadora, había mil planes, arrancábamos la semana cansados por el viaje a Puebla, estaba el crew de Paez por el DF, había shooting a mitad de semana, había que entregar freelos y la operaban a mamá y yo lejos de casa... Pero incluso preparada, creo que no imaginamos que iba a ser una semana TAN intensa.
La semana sin fin: El Domingo en Puebla tuvo poco de pueblo y mucho de backstage y rock n roll. Salimos después de desayunar y encaramos la ruta con música, mate y canelitas -soy adicta a las canelitas-.
Lunes: Arrancar el lunes habiendo dormido 4 horas después de llegar pasadas las 3 de la mañana a casa, es pronóstico de semana agotadora. El no hacerle caso al cuerpo, y el lunes seguir de gira con cena, tragos y baile, es simplemente mal juicio. El lunes se festejaba el cumpleaños de Eugenia, la novia de Fito Paez, que tiene 25 años y mejor ahorro comentarios.
Martes: El martes, obviamente todavía cansada tras dormir sólo 5 horas y encarar una jornada laboral difícil y larga, ante la propuesta de ir a comer tacos al farolito, no pude negarme, y la noche tranquila de la semana, se convirtió en otra noche de dormir poco.
Miércoles: Llegué a la oficina a las 8 am y salí a las 7 y media de la tarde. Llegue a casa y me desplomé frente a la tele sin poder prestar demasiada atención a lo que estaba viendo. A las 11 de la noche estaba programando el despertador.
Jueves: Día de grabación, 12 horas de trabajo intenso sin pausa, día de cámaras, de almorzar a las 5 de la tarde y en 15 minutos porque no se pudo cortar antes y hay que volver al set porque no vamos a terminar..... Terminar tardísimo y no poder negarme a una invitación al teatro. Estaba cerca, me invitaba una de las chicas con las que venía trabajando en varias jornadas de producción, y Pablo tenía cena así que no lo iba a encontrar en casa si volvía corriendo para guardarme de la lluvia (lluvia en todos los relatos, porque todos los días lluvia), así que fui...

Viernes: Gracias a dios el Viernes no fue del todo fatal, aunque sí cansador, así que la noche fue la fiesta loca de no moverse demasiado del sillón. Masterchef, serie nueva y convertirse en calabaza a medianoche.

Seguimos escapando: El fin de semana que viene nos vamos a Cancún. Tras varias semanas instensas con altos niveles de estrés, decidimos que necesitabamos un fin de semana, en la playa, sin pensar en absolutamente nada más que en ir a buscar el próximo trago o ponernos una capa más de protector solar. La solución? 2 días en un all inclusive con todo 100% resuelto. Mis vacaciones ideales? Obvio que no, todos saben lo que pienso del All Inclusive, PERO, escapada ideal, 48hrs no no tener que pensar. Comer, tomar, leer y mirar durante horas un horizonte infinito vestido de turqueza. Con eso por delante, da gusto empezar la semana.
Besos, abrazos, y hasta la próxima!
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